La Revolución Tecnológica y el Futuro de la Libertad
Andrew Gavin Marshall
Andrew Gavin Marshall
Existe un desarrollo nuevo y único en la historia de la humanidad que está teniendo lugar en todo el mundo; no tiene precedentes en alcance y volumen, y también es la mayor amenaza para todas las estructuras de poder global: el "despertar político global".
Primera ParteEl Despertar Político Global y el Nuevo Orden Mundial:
Estamos en medio del primer despertar político verdaderamente global, en donde por primera vez en toda la historia humana, toda la humanidad está políticamente despierta y agitada; en la que involuntaria o intencionalmente, la gente está pensando y actuando en términos políticos.
Foto: “La Libertad guiando al pueblo” EUGÈNE DELACROIX. 1830
Existe un desarrollo nuevo y único en la historia de la humanidad que está teniendo lugar en todo el mundo; no tiene precedentes en alcance y volumen, y también es la mayor amenaza para todas las estructuras de poder global: el "despertar político global". El término fue acuñado por Zbigniew Brzezinski, y se refiere al hecho de que, como señaló Brzezinski:Por primera vez en la historia de casi toda la humanidad está políticamente activa, políticamente consciente y políticamente interactiva. El activismo global está generando un aumento en la búsqueda de respeto cultural y oportunidades económicas en un mundo marcado por los recuerdos de la dominación colonial o imperial.
Es, en esencia, este masivo "despertar político global" el que presenta los más serios y mayores desafíos para los poderes organizados de la globalización y la economía política global: Estados-Nacionales, corporaciones y bancos multinacionales, bancos centrales, organizaciones internacionales, militares, de inteligencia, medios de comunicación e instituciones académicas. La clase capitalista transnacional (CCT), o ' Superclase ' como la describe David Rothkopf, se ha globalizado como nunca antes. Por primera vez en la historia, tenemos una élite verdaderamente global y fuertemente cohesionada. Como las elites han globalizado su poder, tratando de construir un "nuevo orden mundial" de gobernabilidad global y en última instancia, de gobierno global, han globalizado simultáneamente a las poblaciones.
Qué es el "Despertar Político Global"?
Foto: Zbigniew Brzezinski
Para responder a esta pregunta, es mejor dejar que Zbigniew Brzezinski hable por sí mismo, puesto que es su terminología. En 2009, Zbigniew Brzezinski publicó un artículo basado en un discurso pronunciado ante el Chatham House ubicado en Londres, en su revista académica, International Affairs. Chatham House, anteriormente el Instituto Real de Relaciones Internacionales, es el equivalente británico al Council on Foreign Relations estadounidense, los que fueron fundados en 1921 como "Institutos Hermanos" para coordinar la política exterior anglo-estadounidense. Su artículo, "Grandes retos de política exterior para el próximo presidente estadounidense" analiza acertadamente los retos geopolíticos de la Administración Obama en la conducción del Estado hegemónico global en esta coyuntura crítica. Brzezinski se refiere al "despertar político global" como "un acontecimiento verdaderamente transformador de la escena mundial", ya que:
Por primera vez en la historia humana casi toda la humanidad está políticamente activa, políticamente consciente y políticamente interactiva. Quedan sólo unos cuantos focos de la humanidad en los rincones más remotos del mundo que no están políticamente alertas y comprometidos con la inestabilidad y agitación política, que está tan extendida en la actualidad por todo el mundo. El activismo político global resultante está generando un aumento en la búsqueda de dignidad personal, respeto cultural y oportunidades económicas en un mundo dolorosamente marcado por los recuerdos de largos siglos de dominación colonial o imperial extranjera.
Brzezinski postula que el "despertar político global" es uno de los acontecimientos más dramáticos y significativos que hayan ocurrido alguna vez en la geopolítica, y "se manifiesta en formas radicalmente diferentes desde Irak a Indonesia, desde Bolivia hasta el Tíbet". Como explicara The Economist, "Aunque Estados Unidos se ha centrado en su noción de lo que la gente quiere (democracia y riqueza creada por el libre comercio y los mercados abiertos), Brzezinski apunta a una dirección diferente: se trata de dignidad". Además, sostiene Brzezinski, "El anhelo de dignidad humana en todo el mundo es el desafío fundamental inherente al fenómeno del despertar político global."
En 2005, Brzezinski escribió un ensayo para The American Interest titulado "El Dilema del Último Soberano", en el que explica el panorama geopolítico en que se encuentran Estados Unidos y el mundo. Escribió que, "Para la mayoría de los estados, la soberanía ya no pasa de ser una ficción legal", y evalúa críticamente los objetivos de política exterior y la retórica de la Administración Bush. Brzezinski ha sido un ferviente crítico de la "guerra contra el terrorismo" y la retórica que le es inherente, a saber, la de la demonización del Islam y los musulmanes, que constituyen una de las poblaciones de más rápido crecimiento y la religión de más rápido crecimiento en el mundo. Brzezinski teme los efectos negativos aparejados que esto podría tener sobre la política exterior estadounidense y los objetivos y aspiraciones del poder mundial. Él escribió:
Estados Unidos necesita enfrentar de lleno una nueva realidad global de importancia central: que la población mundial está experimentando un despertar político sin precedentes en alcance e intensidad, por lo que la política del populismo está transformando la política del poder. La necesidad de responder a ese fenómeno masivo representa el dilema histórico del único soberano estadounidense: ¿Cuál debe ser la definición central del papel global de Estados Unidos?
Brzezinski explica que la formulación de una política exterior basada desde un solo evento - los ataques terroristas del 11 de Septiembre - ha legitimado tanto medidas ilegales (torturas, suspensión del hábeas corpus, etc.), mientras ha puesto en marcha y pacificado a los ciudadanos con la aceptación de la "guerra global contra el terrorismo", una guerra sin fin. La retórica y las emociones fundamentales de esta política exterior global han creado una ola de patriotismo y sentimientos de redención y venganza. Por lo tanto, explica Brzezinski:
No ha sido necesario ser más precisos en cuanto a quiénes en realidad fueron los terroristas, de dónde venían, ni qué motivos históricos, pasiones religiosas o reivindicaciones políticas habían centrado su odio contra Estados Unidos. El terrorismo sustituye a las armas nucleares soviéticas como la principal amenaza, y los terroristas (potencialmente omnipresentes y, en general identificados como musulmanes), sustituyeron a los comunistas como la amenaza omnipresente.
Brzezinski explica que esta política exterior, que ha empeorado el anti-americanismo en todo el mundo, sobretodo en el mundo musulmán, que fue la principal población objetivo de la retórica "terrorista", de hecho, ha encendido aún más el "despertar político global". Brzezinski escribe que:
[E]l principal desafío de nuestro tiempo no lo plantea el terrorismo global, sino más bien la intensificación de las turbulencias causadas por el fenómeno del despertar político global. Ese despertar es socialmente masivo y políticamente radicalizante.
Este "despertar político global", escribe Brzezinski, en tanto que único en su envergadura global actual, se origina en las ideas y acciones de la Revolución Francesa, que fueron centrales en la "transformación de la política moderna a través del surgimiento de una conciencia nacional socialmente poderosa". Brzezinski explica la evolución del "despertar":
Durante los siguientes 216 años, el despertar político se ha extendido poco a poco pero inexorablemente como una mancha de tinta. Europa de 1848, y principalmente los movimientos nacionalistas de finales del siglo XIX y principios del XX, reflejaron la nueva política de pasiones populistas y compromiso de masas cada vez mayor. En algunos lugares esta combinación abrazó el maniqueísmo utópico a través de la Revolución Bolchevique de 1917, la asunción del poder Fascista en Italia en 1922, y la captura del Estado Alemán por los Nazis en 1933. El despertar político también llegó a China, lo que precipitó varias décadas de conflicto civil. Los sentimientos anti-coloniales galvanizaron la India, donde la táctica de la resistencia pacífica desarticuló exitosamente la dominación imperial, y después de la Segunda Guerra Mundial la agitación política anti-colonial en otros lugares restantes terminó con los imperios europeos. En el hemisferio occidental, México experimentó los primeros indicios de activismo populista ya en la década de 1860, llevando eventualmente a la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.
En última instancia, lo que esto implica es que - independientemente de los resultados finales de los despertares pasados - lo que es fundamental en el concepto de "despertar político" es que la población - el pueblo - asume una conciencia política y social y, posteriormente, participa en política y acción social de masas destinada a generar un gran giro y cambio, o revolución, en los ámbitos político, social y económico. Entonces, no existe transformación social que presente un reto mayor o más directo a las estructuras de poder arraigadas y centralizadas - ya sean políticas, sociales o de carácter económico. Brzezinski pasa a explicar la evolución del "despertar político global" en los tiempos modernos:
No es exagerado afirmar que ya en el siglo XXI, la población de gran parte del mundo en desarrollo está políticamente agitada y en muchos lugares esperando por disturbios. Es una población muy consciente de la injusticia social en un grado sin precedentes, y a menudo resentida por su percepción de falta de dignidad política. El acceso casi universal a la radio, la televisión, y crecientemente, al Internet, está creando una comunidad de percepciones y envidias compartidas que puede ser galvanizada y encausada por las pasiones demagógicas políticas o religiosas. Estas energías trascienden las fronteras soberanas y representan un desafío tanto para los Estados existentes, así como para la jerarquía global existente, sobre la que Estados Unidos aún reposa.
Brzezinski explica que varias áreas centrales del "despertar político global", como China, India, Egipto, Bolivia, los musulmanes en el Oriente Medio, el Norte de África, el sudeste Asiático y crecientemente en Europa, así como los pueblos indígenas de América Latina "están definiendo paulatinamente lo que ellos desean, en reacción a lo que perciben como el impacto hostil del mundo exterior sobre ellos. En diferentes formas y grados de intensidad no les gusta el status quo, y muchos de ellos son susceptibles de ser movilizados contra el poder exterior que ellos envidian y perciben como auto-interesadamente preocupado por el estatus quo". Brzezinski se extiende sobre el grupo específico más afectado por este despertar:
Los jóvenes del Tercer Mundo son especialmente inquietos y resentidos. La revolución demográfica que encarnan es también una bomba de tiempo político. Con la excepción de Europa, Japón y Estados Unidos, la rápida expansión demográfica bajo la barrera de los 25 años de edad está creando una enorme masa de jóvenes impacientes. Sus mentes han sido movidas por sonidos e imágenes que emanan desde lejos y que intensifican su descontento con lo que está a la mano. Su potencial vanguardia revolucionaria probablemente surgirá de entre las decenas de millones de estudiantes concentrados en la frecuencia intelectualmente dudosa de las instituciones educativas de "tercer nivel" de los países en vías de desarrollo. Dependiendo de la definición del nivel de formación universitaria, hay actualmente en todo el mundo entre 80 y 130 millones de estudiantes "universitarios". Por lo general procedentes de la inseguridad social de la clase media baja, e inflamados por un sentimiento de indignación social, estos millones de estudiantes revolucionarios-en-potencia, ya están semi-movilizados en grandes congregaciones, conectados por Internet, y pre-posicionados para una repetición en mayor escala de lo ocurrido años antes en la Ciudad de México o en la Plaza de Tiananmen. Su energía física y frustración emocional está a la espera de ser disparada por una causa, una fe, o un odio.
Lo que plantea Brzezinski para hacer frente a este nuevo "desafío" global al poder atrincherado, particularmente a los Estados-Nación que ya no bastan para atender a poblaciones cada vez menos flexibles y a demandas populistas, es que se requiere una "cooperación supranacional cada vez mayor, promovida activamente por Estados Unidos". En otras palabras, Brzezinski favorece el aumento de la expansión de la “internacionalización”, lo que no es sorprendente teniendo en cuenta que sentó las bases intelectuales de la Comisión Trilateral. Él explica que "La democracia en sí no es una solución duradera", ya que quedaría a cargo del "populismo radical resentido". Esta es una realidad mundial verdaderamente nueva:
La humanidad políticamente despierta anhela dignidad política, que la democracia puede mejorar, pero también contempla la dignidad política, étnica o la autodeterminación nacional, la autodefinición religiosa y los derechos humanos y sociales, todo en un mundo ahora plenamente consciente de las desigualdades económicas, raciales y étnicas. La búsqueda de la dignidad política, especialmente a través de la autodeterminación nacional y la transformación social, es parte del impulso de autoafirmación por parte de los desfavorecidos del mundo.
Así, escribe Brzezinski, "Una respuesta eficaz sólo puede venir de un Estados Unidos seguro de sí mismo, realmente comprometido con una nueva visión de solidaridad global". La idea es que para hacer frente a los agravios causados por la globalización y las estructuras de poder global, el mundo y Estados Unidos deben ampliar e institucionalizar el proceso de globalización, no sólo en la esfera económica, sino en lo social y lo político. Es una lógica defectuosa, por lo menos, ya que la respuesta a este problema es mejorar y fortalecer los problemas sistémicos. No se puede apagar un incendio echando más combustible.
Brzezinski escribió que, "Hay que decir enseguida que la supranacionalidad no debe ser confundida con un gobierno mundial. Aun si fuera deseable, la humanidad no está ni remotamente preparada para un gobierno mundial, y el pueblo estadounidense desde luego no lo quiere". En cambio, Brzezinski argumenta, Estados Unidos debe ser central en la construcción de un sistema de gobernabilidad global, "en la conformación de un mundo que se define menos por la ficción de la soberanía estatal y más por la realidad de la expansión y la interdependencia políticamente regulada". En otras palabras, no un "gobierno global", pero sí "gobernabilidad global", que es simplemente una estratagema retórica, puesto que la «gobernabilidad global» - sin importar cuán superpuesta, esporádica o inconexamente se presente a sí misma, es de hecho un paso clave y necesario en los movimientos de transición hacia un verdadero gobierno global.
Por lo tanto, la retórica y la realidad de una "guerra global contra el terror" en la actualidad inflama aún más al "despertar político global" mientras se opone y se aborda la cuestión. En 2007, Brzezinski le dijo al Senado de Estados Unidos que la “Guerra contra el Terror” era una "narrativa histórica mítica", o en otras palabras, una ficción completa.
Por primera vez en la historia humana casi toda la humanidad está políticamente activa, políticamente consciente y políticamente interactiva. Quedan sólo unos cuantos focos de la humanidad en los rincones más remotos del mundo que no están políticamente alertas y comprometidos con la inestabilidad y agitación política, que está tan extendida en la actualidad por todo el mundo. El activismo político global resultante está generando un aumento en la búsqueda de dignidad personal, respeto cultural y oportunidades económicas en un mundo dolorosamente marcado por los recuerdos de largos siglos de dominación colonial o imperial extranjera.
Brzezinski postula que el "despertar político global" es uno de los acontecimientos más dramáticos y significativos que hayan ocurrido alguna vez en la geopolítica, y "se manifiesta en formas radicalmente diferentes desde Irak a Indonesia, desde Bolivia hasta el Tíbet". Como explicara The Economist, "Aunque Estados Unidos se ha centrado en su noción de lo que la gente quiere (democracia y riqueza creada por el libre comercio y los mercados abiertos), Brzezinski apunta a una dirección diferente: se trata de dignidad". Además, sostiene Brzezinski, "El anhelo de dignidad humana en todo el mundo es el desafío fundamental inherente al fenómeno del despertar político global."
En 2005, Brzezinski escribió un ensayo para The American Interest titulado "El Dilema del Último Soberano", en el que explica el panorama geopolítico en que se encuentran Estados Unidos y el mundo. Escribió que, "Para la mayoría de los estados, la soberanía ya no pasa de ser una ficción legal", y evalúa críticamente los objetivos de política exterior y la retórica de la Administración Bush. Brzezinski ha sido un ferviente crítico de la "guerra contra el terrorismo" y la retórica que le es inherente, a saber, la de la demonización del Islam y los musulmanes, que constituyen una de las poblaciones de más rápido crecimiento y la religión de más rápido crecimiento en el mundo. Brzezinski teme los efectos negativos aparejados que esto podría tener sobre la política exterior estadounidense y los objetivos y aspiraciones del poder mundial. Él escribió:
Estados Unidos necesita enfrentar de lleno una nueva realidad global de importancia central: que la población mundial está experimentando un despertar político sin precedentes en alcance e intensidad, por lo que la política del populismo está transformando la política del poder. La necesidad de responder a ese fenómeno masivo representa el dilema histórico del único soberano estadounidense: ¿Cuál debe ser la definición central del papel global de Estados Unidos?
Brzezinski explica que la formulación de una política exterior basada desde un solo evento - los ataques terroristas del 11 de Septiembre - ha legitimado tanto medidas ilegales (torturas, suspensión del hábeas corpus, etc.), mientras ha puesto en marcha y pacificado a los ciudadanos con la aceptación de la "guerra global contra el terrorismo", una guerra sin fin. La retórica y las emociones fundamentales de esta política exterior global han creado una ola de patriotismo y sentimientos de redención y venganza. Por lo tanto, explica Brzezinski:
No ha sido necesario ser más precisos en cuanto a quiénes en realidad fueron los terroristas, de dónde venían, ni qué motivos históricos, pasiones religiosas o reivindicaciones políticas habían centrado su odio contra Estados Unidos. El terrorismo sustituye a las armas nucleares soviéticas como la principal amenaza, y los terroristas (potencialmente omnipresentes y, en general identificados como musulmanes), sustituyeron a los comunistas como la amenaza omnipresente.
Brzezinski explica que esta política exterior, que ha empeorado el anti-americanismo en todo el mundo, sobretodo en el mundo musulmán, que fue la principal población objetivo de la retórica "terrorista", de hecho, ha encendido aún más el "despertar político global". Brzezinski escribe que:
[E]l principal desafío de nuestro tiempo no lo plantea el terrorismo global, sino más bien la intensificación de las turbulencias causadas por el fenómeno del despertar político global. Ese despertar es socialmente masivo y políticamente radicalizante.
Este "despertar político global", escribe Brzezinski, en tanto que único en su envergadura global actual, se origina en las ideas y acciones de la Revolución Francesa, que fueron centrales en la "transformación de la política moderna a través del surgimiento de una conciencia nacional socialmente poderosa". Brzezinski explica la evolución del "despertar":
Durante los siguientes 216 años, el despertar político se ha extendido poco a poco pero inexorablemente como una mancha de tinta. Europa de 1848, y principalmente los movimientos nacionalistas de finales del siglo XIX y principios del XX, reflejaron la nueva política de pasiones populistas y compromiso de masas cada vez mayor. En algunos lugares esta combinación abrazó el maniqueísmo utópico a través de la Revolución Bolchevique de 1917, la asunción del poder Fascista en Italia en 1922, y la captura del Estado Alemán por los Nazis en 1933. El despertar político también llegó a China, lo que precipitó varias décadas de conflicto civil. Los sentimientos anti-coloniales galvanizaron la India, donde la táctica de la resistencia pacífica desarticuló exitosamente la dominación imperial, y después de la Segunda Guerra Mundial la agitación política anti-colonial en otros lugares restantes terminó con los imperios europeos. En el hemisferio occidental, México experimentó los primeros indicios de activismo populista ya en la década de 1860, llevando eventualmente a la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.
En última instancia, lo que esto implica es que - independientemente de los resultados finales de los despertares pasados - lo que es fundamental en el concepto de "despertar político" es que la población - el pueblo - asume una conciencia política y social y, posteriormente, participa en política y acción social de masas destinada a generar un gran giro y cambio, o revolución, en los ámbitos político, social y económico. Entonces, no existe transformación social que presente un reto mayor o más directo a las estructuras de poder arraigadas y centralizadas - ya sean políticas, sociales o de carácter económico. Brzezinski pasa a explicar la evolución del "despertar político global" en los tiempos modernos:
No es exagerado afirmar que ya en el siglo XXI, la población de gran parte del mundo en desarrollo está políticamente agitada y en muchos lugares esperando por disturbios. Es una población muy consciente de la injusticia social en un grado sin precedentes, y a menudo resentida por su percepción de falta de dignidad política. El acceso casi universal a la radio, la televisión, y crecientemente, al Internet, está creando una comunidad de percepciones y envidias compartidas que puede ser galvanizada y encausada por las pasiones demagógicas políticas o religiosas. Estas energías trascienden las fronteras soberanas y representan un desafío tanto para los Estados existentes, así como para la jerarquía global existente, sobre la que Estados Unidos aún reposa.
Brzezinski explica que varias áreas centrales del "despertar político global", como China, India, Egipto, Bolivia, los musulmanes en el Oriente Medio, el Norte de África, el sudeste Asiático y crecientemente en Europa, así como los pueblos indígenas de América Latina "están definiendo paulatinamente lo que ellos desean, en reacción a lo que perciben como el impacto hostil del mundo exterior sobre ellos. En diferentes formas y grados de intensidad no les gusta el status quo, y muchos de ellos son susceptibles de ser movilizados contra el poder exterior que ellos envidian y perciben como auto-interesadamente preocupado por el estatus quo". Brzezinski se extiende sobre el grupo específico más afectado por este despertar:
Los jóvenes del Tercer Mundo son especialmente inquietos y resentidos. La revolución demográfica que encarnan es también una bomba de tiempo político. Con la excepción de Europa, Japón y Estados Unidos, la rápida expansión demográfica bajo la barrera de los 25 años de edad está creando una enorme masa de jóvenes impacientes. Sus mentes han sido movidas por sonidos e imágenes que emanan desde lejos y que intensifican su descontento con lo que está a la mano. Su potencial vanguardia revolucionaria probablemente surgirá de entre las decenas de millones de estudiantes concentrados en la frecuencia intelectualmente dudosa de las instituciones educativas de "tercer nivel" de los países en vías de desarrollo. Dependiendo de la definición del nivel de formación universitaria, hay actualmente en todo el mundo entre 80 y 130 millones de estudiantes "universitarios". Por lo general procedentes de la inseguridad social de la clase media baja, e inflamados por un sentimiento de indignación social, estos millones de estudiantes revolucionarios-en-potencia, ya están semi-movilizados en grandes congregaciones, conectados por Internet, y pre-posicionados para una repetición en mayor escala de lo ocurrido años antes en la Ciudad de México o en la Plaza de Tiananmen. Su energía física y frustración emocional está a la espera de ser disparada por una causa, una fe, o un odio.
Lo que plantea Brzezinski para hacer frente a este nuevo "desafío" global al poder atrincherado, particularmente a los Estados-Nación que ya no bastan para atender a poblaciones cada vez menos flexibles y a demandas populistas, es que se requiere una "cooperación supranacional cada vez mayor, promovida activamente por Estados Unidos". En otras palabras, Brzezinski favorece el aumento de la expansión de la “internacionalización”, lo que no es sorprendente teniendo en cuenta que sentó las bases intelectuales de la Comisión Trilateral. Él explica que "La democracia en sí no es una solución duradera", ya que quedaría a cargo del "populismo radical resentido". Esta es una realidad mundial verdaderamente nueva:
La humanidad políticamente despierta anhela dignidad política, que la democracia puede mejorar, pero también contempla la dignidad política, étnica o la autodeterminación nacional, la autodefinición religiosa y los derechos humanos y sociales, todo en un mundo ahora plenamente consciente de las desigualdades económicas, raciales y étnicas. La búsqueda de la dignidad política, especialmente a través de la autodeterminación nacional y la transformación social, es parte del impulso de autoafirmación por parte de los desfavorecidos del mundo.
Así, escribe Brzezinski, "Una respuesta eficaz sólo puede venir de un Estados Unidos seguro de sí mismo, realmente comprometido con una nueva visión de solidaridad global". La idea es que para hacer frente a los agravios causados por la globalización y las estructuras de poder global, el mundo y Estados Unidos deben ampliar e institucionalizar el proceso de globalización, no sólo en la esfera económica, sino en lo social y lo político. Es una lógica defectuosa, por lo menos, ya que la respuesta a este problema es mejorar y fortalecer los problemas sistémicos. No se puede apagar un incendio echando más combustible.
Brzezinski escribió que, "Hay que decir enseguida que la supranacionalidad no debe ser confundida con un gobierno mundial. Aun si fuera deseable, la humanidad no está ni remotamente preparada para un gobierno mundial, y el pueblo estadounidense desde luego no lo quiere". En cambio, Brzezinski argumenta, Estados Unidos debe ser central en la construcción de un sistema de gobernabilidad global, "en la conformación de un mundo que se define menos por la ficción de la soberanía estatal y más por la realidad de la expansión y la interdependencia políticamente regulada". En otras palabras, no un "gobierno global", pero sí "gobernabilidad global", que es simplemente una estratagema retórica, puesto que la «gobernabilidad global» - sin importar cuán superpuesta, esporádica o inconexamente se presente a sí misma, es de hecho un paso clave y necesario en los movimientos de transición hacia un verdadero gobierno global.
Por lo tanto, la retórica y la realidad de una "guerra global contra el terror" en la actualidad inflama aún más al "despertar político global" mientras se opone y se aborda la cuestión. En 2007, Brzezinski le dijo al Senado de Estados Unidos que la “Guerra contra el Terror” era una "narrativa histórica mítica", o en otras palabras, una ficción completa.
Del Poder y el Pueblo
Foto: Matin Luther King.
Para entender correctamente el "despertar político global" es imprescindible comprender y analizar las estructuras de poder a las que amenaza más gravemente. ¿Por qué habla Brzezinski tan ruidosamente sobre este tema? ¿Desde qué perspectiva enfoca este asunto?
Las estructuras de poder global están principalmente representadas por los Estados-Nación, de los cuales hay más de 200 en el mundo, y la gran mayoría están presentando una población cada vez más despierta políticamente y más afectada por las comunicaciones y realidades transnacionales (como la pobreza, la desigualdad, la guerra, el imperio, etc.) que por los asuntos nacionales. Entre los Estados-Nación, los más dominantes son las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, que se sienta encima de la jerarquía global de naciones como la potencia hegemónica global (el imperio). La política exterior de Estados Unidos ha sido provista del impulso imperial por una red entrelazada de think tanks internacionales, que reúnen a las principales figuras políticas, bancarias, industriales, académicas, de medios de comunicación, militares y de inteligencia para formular políticas coordinadas.
La más importante de estas instituciones donde socializan las élites a través de las fronteras nacionales y establecen las razones y el ímpetu por el imperio, es una red entrelazada de tanques de pensamiento (think tanks) internacionales. En 1921, académicos de las élites británicas y estadounidenses se reunieron con los principales intereses de la banca internacional para formar dos institutos "hermanos" conocidos como Instituto Real de Asuntos Internacionales (RIIA) de Londres, ahora denominado Chatham House, y el Council on Foreign Relations en los Estados Unidos. Subsecuentemente se crearon think tanks similares en Canadá, como el Instituto Canadiense de Asuntos Internacionales, conocido ahora como Consejo Internacional Canadiense (CIC), y otros think tanks afiliados en el sur de África, India, Australia, y más recientemente en la Unión Europea con la formación del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Tras la Primera Guerra Mundial, estos poderes buscaron redefinir el orden mundial bajo sus diseños, con Woodrow Wilson proclamando el derecho de "autodeterminación nacional", que llevó a la formación de Estados-Nación en todo el Oriente Medio, que estaba dominado hasta la guerra por el Imperio Otomano. Así pues, proclamar el derecho de "autodeterminación" para los pueblos en todas partes se convirtió, de hecho, en una forma de construir las estructuras de poder del Estado-Nación donde las naciones occidentales no sólo se volverían fundamentales en su construcción, sino que ejercerían la hegemonía sobre ellos. Para controlar a la gente, había que construir instituciones de control. Naciones como Irak, Arabia Saudita, Jordania, Líbano, Siria, Kuwait, etc., no existían antes de la Primera Guerra Mundial.
Las élites siempre han tratado de controlar a poblaciones e individuos por sus propios deseos de poder. No importa si el sistema político es fascismo, comunismo, socialismo o democracia: las élites buscan el poder y el control, y son inherentes a cada sistema de gobierno. En 1928, Edward Bernays, sobrino del padre del psicoanálisis Sigmund Freud, escribió una de sus más influyentes obras titulada "Propaganda". Bernays también escribió el libro sobre "Relaciones Públicas", y es conocido como el "padre de las relaciones públicas", y pocos fuera de esa área conocen a Bernays; sin embargo, su efecto sobre las elites y el control social ha sido profundo y de amplio alcance.
Bernays condujo el esfuerzo de propaganda detrás del golpe de 1954 de la CIA en Guatemala, enmarcándolo como la liberación "del comunismo", cuando en realidad fue la imposición de una dictadura de décadas para proteger los intereses de la United Fruit Company, que había contratado la gestión de Bernays en la campaña mediática contra el gobierno socialista democrático de Guatemala. Bernays también se encontró un fan y alumno en Josef Goebbels, Ministro de Propaganda de Hitler, quien tomó muchas de sus ideas de los escritos de Bernays. Entre uno de los proyectos más infames de Bernays estaba la popularización del consumo de tabaco en las mujeres estadounidenses, ya que contrató a mujeres hermosas para subir y bajar la Madison Avenue, mientras fumaban cigarrillos, para darle a las mujeres la idea de que fumar es sinónimo de belleza.
En su libro de 1928, "Propaganda", Bernays escribió que, "Si entendemos los mecanismos y los motivos de la mente del grupo, ahora es posible controlar y reglamentar a las masas de acuerdo a nuestra voluntad sin que lo sepan". Profundizando:
La manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática... Aquellos que manipulan este desapercibido mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país. . . . En casi cada acto de nuestra vida cotidiana, ya sea en el ámbito de la política o de los negocios, en nuestra conducta social o nuestro pensamiento ético, estamos dominados por el número relativamente pequeño de personas. . . que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos los que mueven los hilos que controlan la mente del público.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la potencia hegemónica global, cuyo impulso imperial le fue proporcionado por el concepto estratégico de la "contención" para contener la expansión del comunismo. Así, las aventuras imperiales de Estados Unidos en Corea, el Medio Oriente, África, Asia y Sudamérica se definieron por el deseo de "hacer retroceder" la influencia de la Unión Soviética y el comunismo. Fue, como es lógico, el Council on Foreign Relations quien originó la idea de la "contención" como una característica central de la política exterior.
Además, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se había impuesto la responsabilidad de supervisar y gestionar el sistema monetario internacional y la economía política global a través de la creación de instituciones y acuerdos, como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), la OTAN, la ONU, y el GATT (que más tarde se convertiría en la Organización Mundial del Comercio - OMC). Una institución de poder central que fue significativa en el establecimiento de un consenso entre las élites occidentales y proporcionó un foro para la expansión de la hegemonía occidental global fue el Grupo Bilderberg, fundado en 1954 como think tank internacional.
Zbigniew Brzezinski, un ascendente académico, se unió al Council on Foreign Relations en la década de 1960. En 1970, Brzezinski, que había asistido a algunas reuniones de Bilderberg, escribió un libro titulado, "Entre Dos Edades: El Rol de Estados Unidos en la Era Tecnotrónica", donde analiza el impacto de la "revolución en la tecnología y la electrónica", por lo tanto, la “Era tecnotrónica”. Brzezinski define la "sociedad tecnotrónica" como "una sociedad moldeada cultural, psicológica, social y económicamente por el impacto de la tecnología y la electrónica - especialmente en el campo de las computadoras y las comunicaciones. El proceso industrial ya no es el principal determinante del cambio social, alterando las costumbres, la estructura social y los valores de la sociedad."
Brzezinski, ampliando las nociones de control social, como las difundidas por Edward Bernays, escribió que, "La conducta humana, argumentan algunos, se puede predeterminar y ser sometida a control deliberado", y citando a "un experimentador del control de la inteligencia" afirmó que "Veo un momento en el que existirán los medios y, por tanto, inevitablemente, la tentación de manipular el comportamiento y el funcionamiento intelectual de toda la población a través de la manipulación del medio ambiente y la bioquímica del cerebro."
Brzezinski, en una exposición elocuente de sus poderes de observación y astuta capacidad de identificar las principales tendencias mundiales, escribió que somos "testigos de la aparición de élites transnacionales" que están "integradas por hombres de negocios internacionales, académicos, profesionales y funcionarios públicos. Los lazos de estas nuevas elites trascienden las fronteras nacionales, sus perspectivas no están contenidas por las tradiciones nacionales, y sus intereses son más funcionales que nacionales". Además, escribe Brzezinski, "es probable que en poco tiempo las élites sociales de la mayoría de los países avanzados serán altamente internacionalistas o globalistas en espíritu y perspectivas". Sin embargo, advierte Brzezinski, esta creciente internacionalización de las élites "podría crear un vacío peligroso entre ellos y las masas políticamente activas, cuyo 'nativismo' - explotado por líderes políticos nacionalistas – podrían obrar en contra de las élites "cosmopolitas"". Brzezinski también escribió sobre "la aparición progresiva de una sociedad más controlada y dirigida", en la "revolución tecnotrónica"; explicando que:
Tal sociedad sería dominada por una élite cuya justificación del poder político se basaría en tener conocimientos científicos supuestamente superiores. Sin las limitaciones por las restricciones de los valores liberales tradicionales, esta elite no dudará en conseguir sus objetivos políticos utilizando las últimas técnicas modernas para influir en los comportamientos públicos y de mantenimiento de la sociedad bajo una estrecha vigilancia y control. En tales circunstancias, no se podría dar marcha atrás al impulso científico y tecnológico del país, sino que podría alimentarse de la situación que explota.
Además, escribe Brzezinski, "La persistencia de la crisis social, el surgimiento de una personalidad carismática, y la explotación de los medios de comunicación para obtener la confianza del público serían los peldaños de la transformación gradual de Estados Unidos en una sociedad altamente controlada". Desarrollando más, Brzezinski escribe: "La sociedad estadounidense tradicionalmente democrática podría, debido a su fascinación con la eficiencia técnica, convertirse en una sociedad extremadamente controlada, y su calidad humana e individualista se perdería."
En su libro, Brzezinski pidió una “Comunidad de Naciones Desarrolladas", consistente en Europa Occidental, Norteamérica y Japón, para coordinarlas e integrarlas con el fin de dar forma a un "nuevo orden mundial "construido sobre las ideas de gobernabilidad mundial bajo la dirección de estas élites transnacionales. En 1972, Brzezinski y su amigo, David Rockefeller, presentaron la idea a la reunión anual de Bilderberg. Rockefeller era, en ese momento, Presidente del Council on Foreign Relations y CEO del Chase Manhattan Bank. En 1973, Brzezinski y Rockefeller crearon la Comisión Trilateral, una especie de instituto hermanado con el Grupo Bilderberg, con mucho cruce de sus miembros, y con lo que Japón entró en la esfera occidental de integración económica y política .
En 1975, la Comisión Trilateral publicó un Informe de Grupo, titulado "La Crisis de la Democracia", del cual uno de los principales autores fue Samuel Huntington, politólogo y estrecho colaborador y amigo de Zbigniew Brzezinski. En este informe, Huntington sostiene que la década de 1960 vio un crecimiento de la democracia en Estados Unidos, con un repunte de la participación ciudadana, a menudo "en forma de marchas, manifestaciones, movimientos de protesta, y las organizaciones por ‘causas’ ". Además, "la década de 1960 vio también una reafirmación de la primacía de la igualdad como un objetivo en la vida social, económica, y política." Huntington analiza cómo en el marco de esta "oleada democrática", las estadísticas muestran que a lo largo de la década de 1960 y en la década de 1970, se produjo un aumento dramático en el porcentaje de personas que sentían que Estados Unidos estaba gastando demasiado en defensa (del 18% en 1960 al 52 % en 1969, debido principalmente a la guerra de Vietnam). En otras palabras, la gente estaba tomando conciencia política del imperio y la explotación.
Huntington escribió que la "esencia de la oleada democrática de la década de 1960 fue un desafío general a los sistemas existentes de autoridad, públicos y privados", y que "La gente ya no sentía la misma compulsión a obedecer a aquellos a quienes habían considerado previamente superiores a sí mismos en edad, rango, estatus, experiencia, carácter, o talentos". Huntington explicó que en la década de 1960, "jerarquía, experiencia y riqueza" se encontraban "bajo ataque". Señaló que tres cuestiones clave, fundamentales a la creciente participación política en la década de 1960, fueron:
Cuestiones sociales, como el uso de las drogas, las libertades civiles y el papel de la mujer; cuestiones raciales, con integración, movilidad, ayudas gubernamentales a los grupos minoritarios, y disturbios urbanos; cuestiones militares, que implican principalmente, por supuesto, la guerra en Vietnam, pero también proyectos, gasto militar, los programas de ayuda militar y el papel del complejo militar-industrial en general.
Huntington presenta estos problemas, en esencia, como la "crisis de la democracia", donde aumentaron la desconfianza en el gobierno y la autoridad, que llevaron a la polarización social e ideológica, y derivaron en una disminución "de la autoridad, el estatus, la influencia y la eficacia de la presidencia."
Huntington concluyó que los problemas de gobernabilidad en Estados Unidos derivaron de un "exceso de democracia", y que "el funcionamiento eficaz de un sistema político democrático por lo general requiere cierto grado de apatía y de no participación por parte de algunos individuos y grupos". Huntington explicó que la sociedad siempre ha tenido "grupos marginales" que no participan en la política, y si bien reconoce que la existencia de "marginalidad por parte de algunos grupos es inherentemente antidemocrática", también "permiten que la democracia pueda funcionar con eficacia". Huntington identifica a "los negros", como uno de esos grupos que se habían vuelto políticamente activos, lo que representaba un "peligro de sobrecarga del sistema político con demandas."
Huntington, en su conclusión, afirmó que la vulnerabilidad de la democracia, fundamentalmente la "crisis de la democracia", deriva de "un alto nivel de educación, movilización, y sociedad participativa", y que lo que se necesita es "una existencia más equilibrada" donde existan "límites deseables a la extensión indefinida de la democracia política". Resumiendo, el Informe de Grupo de la Comisión Trilateral esencialmente explicó que la "crisis de la democracia" es que hay demasiada, por lo que la "solución" a la "crisis" es tener menos democracia y más "autoridad".
Las estructuras de poder global están principalmente representadas por los Estados-Nación, de los cuales hay más de 200 en el mundo, y la gran mayoría están presentando una población cada vez más despierta políticamente y más afectada por las comunicaciones y realidades transnacionales (como la pobreza, la desigualdad, la guerra, el imperio, etc.) que por los asuntos nacionales. Entre los Estados-Nación, los más dominantes son las potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, que se sienta encima de la jerarquía global de naciones como la potencia hegemónica global (el imperio). La política exterior de Estados Unidos ha sido provista del impulso imperial por una red entrelazada de think tanks internacionales, que reúnen a las principales figuras políticas, bancarias, industriales, académicas, de medios de comunicación, militares y de inteligencia para formular políticas coordinadas.
La más importante de estas instituciones donde socializan las élites a través de las fronteras nacionales y establecen las razones y el ímpetu por el imperio, es una red entrelazada de tanques de pensamiento (think tanks) internacionales. En 1921, académicos de las élites británicas y estadounidenses se reunieron con los principales intereses de la banca internacional para formar dos institutos "hermanos" conocidos como Instituto Real de Asuntos Internacionales (RIIA) de Londres, ahora denominado Chatham House, y el Council on Foreign Relations en los Estados Unidos. Subsecuentemente se crearon think tanks similares en Canadá, como el Instituto Canadiense de Asuntos Internacionales, conocido ahora como Consejo Internacional Canadiense (CIC), y otros think tanks afiliados en el sur de África, India, Australia, y más recientemente en la Unión Europea con la formación del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
Tras la Primera Guerra Mundial, estos poderes buscaron redefinir el orden mundial bajo sus diseños, con Woodrow Wilson proclamando el derecho de "autodeterminación nacional", que llevó a la formación de Estados-Nación en todo el Oriente Medio, que estaba dominado hasta la guerra por el Imperio Otomano. Así pues, proclamar el derecho de "autodeterminación" para los pueblos en todas partes se convirtió, de hecho, en una forma de construir las estructuras de poder del Estado-Nación donde las naciones occidentales no sólo se volverían fundamentales en su construcción, sino que ejercerían la hegemonía sobre ellos. Para controlar a la gente, había que construir instituciones de control. Naciones como Irak, Arabia Saudita, Jordania, Líbano, Siria, Kuwait, etc., no existían antes de la Primera Guerra Mundial.
Las élites siempre han tratado de controlar a poblaciones e individuos por sus propios deseos de poder. No importa si el sistema político es fascismo, comunismo, socialismo o democracia: las élites buscan el poder y el control, y son inherentes a cada sistema de gobierno. En 1928, Edward Bernays, sobrino del padre del psicoanálisis Sigmund Freud, escribió una de sus más influyentes obras titulada "Propaganda". Bernays también escribió el libro sobre "Relaciones Públicas", y es conocido como el "padre de las relaciones públicas", y pocos fuera de esa área conocen a Bernays; sin embargo, su efecto sobre las elites y el control social ha sido profundo y de amplio alcance.
Bernays condujo el esfuerzo de propaganda detrás del golpe de 1954 de la CIA en Guatemala, enmarcándolo como la liberación "del comunismo", cuando en realidad fue la imposición de una dictadura de décadas para proteger los intereses de la United Fruit Company, que había contratado la gestión de Bernays en la campaña mediática contra el gobierno socialista democrático de Guatemala. Bernays también se encontró un fan y alumno en Josef Goebbels, Ministro de Propaganda de Hitler, quien tomó muchas de sus ideas de los escritos de Bernays. Entre uno de los proyectos más infames de Bernays estaba la popularización del consumo de tabaco en las mujeres estadounidenses, ya que contrató a mujeres hermosas para subir y bajar la Madison Avenue, mientras fumaban cigarrillos, para darle a las mujeres la idea de que fumar es sinónimo de belleza.
En su libro de 1928, "Propaganda", Bernays escribió que, "Si entendemos los mecanismos y los motivos de la mente del grupo, ahora es posible controlar y reglamentar a las masas de acuerdo a nuestra voluntad sin que lo sepan". Profundizando:
La manipulación consciente e inteligente de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática... Aquellos que manipulan este desapercibido mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de nuestro país. . . . En casi cada acto de nuestra vida cotidiana, ya sea en el ámbito de la política o de los negocios, en nuestra conducta social o nuestro pensamiento ético, estamos dominados por el número relativamente pequeño de personas. . . que entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos los que mueven los hilos que controlan la mente del público.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la potencia hegemónica global, cuyo impulso imperial le fue proporcionado por el concepto estratégico de la "contención" para contener la expansión del comunismo. Así, las aventuras imperiales de Estados Unidos en Corea, el Medio Oriente, África, Asia y Sudamérica se definieron por el deseo de "hacer retroceder" la influencia de la Unión Soviética y el comunismo. Fue, como es lógico, el Council on Foreign Relations quien originó la idea de la "contención" como una característica central de la política exterior.
Además, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se había impuesto la responsabilidad de supervisar y gestionar el sistema monetario internacional y la economía política global a través de la creación de instituciones y acuerdos, como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), la OTAN, la ONU, y el GATT (que más tarde se convertiría en la Organización Mundial del Comercio - OMC). Una institución de poder central que fue significativa en el establecimiento de un consenso entre las élites occidentales y proporcionó un foro para la expansión de la hegemonía occidental global fue el Grupo Bilderberg, fundado en 1954 como think tank internacional.
Zbigniew Brzezinski, un ascendente académico, se unió al Council on Foreign Relations en la década de 1960. En 1970, Brzezinski, que había asistido a algunas reuniones de Bilderberg, escribió un libro titulado, "Entre Dos Edades: El Rol de Estados Unidos en la Era Tecnotrónica", donde analiza el impacto de la "revolución en la tecnología y la electrónica", por lo tanto, la “Era tecnotrónica”. Brzezinski define la "sociedad tecnotrónica" como "una sociedad moldeada cultural, psicológica, social y económicamente por el impacto de la tecnología y la electrónica - especialmente en el campo de las computadoras y las comunicaciones. El proceso industrial ya no es el principal determinante del cambio social, alterando las costumbres, la estructura social y los valores de la sociedad."
Brzezinski, ampliando las nociones de control social, como las difundidas por Edward Bernays, escribió que, "La conducta humana, argumentan algunos, se puede predeterminar y ser sometida a control deliberado", y citando a "un experimentador del control de la inteligencia" afirmó que "Veo un momento en el que existirán los medios y, por tanto, inevitablemente, la tentación de manipular el comportamiento y el funcionamiento intelectual de toda la población a través de la manipulación del medio ambiente y la bioquímica del cerebro."
Brzezinski, en una exposición elocuente de sus poderes de observación y astuta capacidad de identificar las principales tendencias mundiales, escribió que somos "testigos de la aparición de élites transnacionales" que están "integradas por hombres de negocios internacionales, académicos, profesionales y funcionarios públicos. Los lazos de estas nuevas elites trascienden las fronteras nacionales, sus perspectivas no están contenidas por las tradiciones nacionales, y sus intereses son más funcionales que nacionales". Además, escribe Brzezinski, "es probable que en poco tiempo las élites sociales de la mayoría de los países avanzados serán altamente internacionalistas o globalistas en espíritu y perspectivas". Sin embargo, advierte Brzezinski, esta creciente internacionalización de las élites "podría crear un vacío peligroso entre ellos y las masas políticamente activas, cuyo 'nativismo' - explotado por líderes políticos nacionalistas – podrían obrar en contra de las élites "cosmopolitas"". Brzezinski también escribió sobre "la aparición progresiva de una sociedad más controlada y dirigida", en la "revolución tecnotrónica"; explicando que:
Tal sociedad sería dominada por una élite cuya justificación del poder político se basaría en tener conocimientos científicos supuestamente superiores. Sin las limitaciones por las restricciones de los valores liberales tradicionales, esta elite no dudará en conseguir sus objetivos políticos utilizando las últimas técnicas modernas para influir en los comportamientos públicos y de mantenimiento de la sociedad bajo una estrecha vigilancia y control. En tales circunstancias, no se podría dar marcha atrás al impulso científico y tecnológico del país, sino que podría alimentarse de la situación que explota.
Además, escribe Brzezinski, "La persistencia de la crisis social, el surgimiento de una personalidad carismática, y la explotación de los medios de comunicación para obtener la confianza del público serían los peldaños de la transformación gradual de Estados Unidos en una sociedad altamente controlada". Desarrollando más, Brzezinski escribe: "La sociedad estadounidense tradicionalmente democrática podría, debido a su fascinación con la eficiencia técnica, convertirse en una sociedad extremadamente controlada, y su calidad humana e individualista se perdería."
En su libro, Brzezinski pidió una “Comunidad de Naciones Desarrolladas", consistente en Europa Occidental, Norteamérica y Japón, para coordinarlas e integrarlas con el fin de dar forma a un "nuevo orden mundial "construido sobre las ideas de gobernabilidad mundial bajo la dirección de estas élites transnacionales. En 1972, Brzezinski y su amigo, David Rockefeller, presentaron la idea a la reunión anual de Bilderberg. Rockefeller era, en ese momento, Presidente del Council on Foreign Relations y CEO del Chase Manhattan Bank. En 1973, Brzezinski y Rockefeller crearon la Comisión Trilateral, una especie de instituto hermanado con el Grupo Bilderberg, con mucho cruce de sus miembros, y con lo que Japón entró en la esfera occidental de integración económica y política .
En 1975, la Comisión Trilateral publicó un Informe de Grupo, titulado "La Crisis de la Democracia", del cual uno de los principales autores fue Samuel Huntington, politólogo y estrecho colaborador y amigo de Zbigniew Brzezinski. En este informe, Huntington sostiene que la década de 1960 vio un crecimiento de la democracia en Estados Unidos, con un repunte de la participación ciudadana, a menudo "en forma de marchas, manifestaciones, movimientos de protesta, y las organizaciones por ‘causas’ ". Además, "la década de 1960 vio también una reafirmación de la primacía de la igualdad como un objetivo en la vida social, económica, y política." Huntington analiza cómo en el marco de esta "oleada democrática", las estadísticas muestran que a lo largo de la década de 1960 y en la década de 1970, se produjo un aumento dramático en el porcentaje de personas que sentían que Estados Unidos estaba gastando demasiado en defensa (del 18% en 1960 al 52 % en 1969, debido principalmente a la guerra de Vietnam). En otras palabras, la gente estaba tomando conciencia política del imperio y la explotación.
Huntington escribió que la "esencia de la oleada democrática de la década de 1960 fue un desafío general a los sistemas existentes de autoridad, públicos y privados", y que "La gente ya no sentía la misma compulsión a obedecer a aquellos a quienes habían considerado previamente superiores a sí mismos en edad, rango, estatus, experiencia, carácter, o talentos". Huntington explicó que en la década de 1960, "jerarquía, experiencia y riqueza" se encontraban "bajo ataque". Señaló que tres cuestiones clave, fundamentales a la creciente participación política en la década de 1960, fueron:
Cuestiones sociales, como el uso de las drogas, las libertades civiles y el papel de la mujer; cuestiones raciales, con integración, movilidad, ayudas gubernamentales a los grupos minoritarios, y disturbios urbanos; cuestiones militares, que implican principalmente, por supuesto, la guerra en Vietnam, pero también proyectos, gasto militar, los programas de ayuda militar y el papel del complejo militar-industrial en general.
Huntington presenta estos problemas, en esencia, como la "crisis de la democracia", donde aumentaron la desconfianza en el gobierno y la autoridad, que llevaron a la polarización social e ideológica, y derivaron en una disminución "de la autoridad, el estatus, la influencia y la eficacia de la presidencia."
Huntington concluyó que los problemas de gobernabilidad en Estados Unidos derivaron de un "exceso de democracia", y que "el funcionamiento eficaz de un sistema político democrático por lo general requiere cierto grado de apatía y de no participación por parte de algunos individuos y grupos". Huntington explicó que la sociedad siempre ha tenido "grupos marginales" que no participan en la política, y si bien reconoce que la existencia de "marginalidad por parte de algunos grupos es inherentemente antidemocrática", también "permiten que la democracia pueda funcionar con eficacia". Huntington identifica a "los negros", como uno de esos grupos que se habían vuelto políticamente activos, lo que representaba un "peligro de sobrecarga del sistema político con demandas."
Huntington, en su conclusión, afirmó que la vulnerabilidad de la democracia, fundamentalmente la "crisis de la democracia", deriva de "un alto nivel de educación, movilización, y sociedad participativa", y que lo que se necesita es "una existencia más equilibrada" donde existan "límites deseables a la extensión indefinida de la democracia política". Resumiendo, el Informe de Grupo de la Comisión Trilateral esencialmente explicó que la "crisis de la democracia" es que hay demasiada, por lo que la "solución" a la "crisis" es tener menos democracia y más "autoridad".
El Nuevo Orden Mundial
Foto: Cumbre de Londres 2009.
Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, los ideólogos estadounidenses - políticos y académicos - comenzaron a discutir la idea del surgimiento de un "nuevo orden mundial" donde el poder en el mundo es centralizado con una potencia - Estados Unidos, y sentó las base para una expansión de la ideología elitista relativa a la noción de "globalización": que el poder y las estructuras de poder deben ser globalizadas. En resumen, el "nuevo orden mundial" iba a ser un orden mundial de gobernabilidad global. En el corto plazo, sería dirigido por los Estados Unidos, que debía ser el actor central y primordial en la construcción de un nuevo orden mundial, y en última instancia, de un gobierno mundial.
Anne-Marie Slaughter, en la actualidad Directora de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de Estados Unidos, es una destacada académica dentro del Establishment de la elite estadounidense, después de haber servido en diversos cargos en el Departamento de Estado, universidades de élite y en la junta del Council on Foreign Relations. En 1997, Slaughter escribió un artículo para la revista del Council on Foreign Relations, "Foreign Affairs", donde discutió los fundamentos teóricos del "nuevo orden mundial". En él, escribió que “El Estado no está desapareciendo, sino que se está separando en distintas partes funcionalmente diferenciadas. Estas partes - tribunales, organismos reguladores, ejecutivos, e incluso legislativos – están trabajando con sus homólogas en el extranjero, creando una densa red de relaciones que constituyen un nuevo orden transgubernamental", y que, "el transgubernamentalismo se está convirtiendo rápidamente en el más generalizado y eficaz modo de gobernabilidad internacional."
Precediendo en mayor medida al análisis de Slaughter respecto al “nuevo orden mundial”, Richard N. Gardner publicó un artículo en Foreign Affairs titulado "El Difícil Camino hacia el Orden Mundial". Gardner, ex embajador estadounidense y miembro de la Comisión Trilateral, escribió que, "La búsqueda de una estructura mundial que garantice la paz, los avances en materia de derechos humanos y establezca condiciones para el progreso económico, lo que vagamente se denomina orden mundial, nunca ha parecido más frustrante pero al mismo tiempo extrañamente esperanzadora."
Gardner escribió: "Si un gobierno mundial instantáneo, con revisión de estatutos [de las ONU], y una Corte Internacional fortalecida no proporcionan las respuestas, ¿qué esperanza de progreso hay aquí? La respuesta no satisface a quienes buscan soluciones simples a problemas complejos, pero se reduce esencialmente a esto: La esperanza para un futuro previsible radica, no en la creación de un puñado de ambiciosas instituciones centrales de membresía universal y jurisdicción general como se había previsto en el final de la última guerra, sino en el mucho más descentralizado, pragmático y desordenado proceso de inventar o adaptar las instituciones de jurisdicción limitada y de membresía limitada para hacer frente a problemas específicos caso por caso, mientras sea percibida la necesidad de cooperación entre las naciones relevantes"
A continuación, declaró: "En resumen, el "hogar del orden mundial" tendrá que ser construido desde abajo y no desde arriba hacia abajo. Se parece a la gran "confusión estruendosa y zumbante”, para utilizar la famosa descripción de la realidad de William James, pero una carrera final contra la soberanía nacional, erosionándola pieza por pieza, logrará mucho más que el asalto frontal a la antigua".
En 1992, Strobe Talbott escribió un artículo para la revista Time, titulado "El Nacimiento de la Nación Global". Talbott fue periodista para la revista Time durante 21 años, y ha sido miembro de la Yale Corporation, un fideicomisario de la Hotchkiss School y la Carnegie Endowment for International Peace, director del Consejo de Relaciones Exteriores, del Comité Ejecutivo Norteamericano de la Comisión Trilateral, la American Association of Rhodes Scholars y miembro de la facultad que participa del Foro Económico Mundial. Talbott sirvió como Subsecretario de Estado, desde 1994 hasta 2001 en la administración Clinton y actualmente se encuentra como Presidente de la Brookings Institution, uno de los principales think tanks estadounidenses. En su artículo de 1992, "en los próximos cien años", escribió Talbott, "la nación tal como la conocemos estará obsoleta; todos los estados reconocen una autoridad única y global", explicando que:
"Todos los países son básicamente acuerdos sociales, acomodados a circunstancias cambiantes. No importa qué tan permanente e incluso sagrados pueda parecer en un momento dado, de hecho todos ellos son artificiales y temporales. A través del tiempo, ha habido una tendencia general hacia unidades mayores reclamando soberanía y, paradójicamente, una disminución gradual de la cantidad de verdadera soberanía que tiene un país".
Además, escribió que, "si tomamos los acontecimientos de nuestro maravilloso y terrible siglo desembocamos en un gobierno mundial. Con la llegada de la electricidad, la radio y los viajes por vía aérea, el planeta se ha vuelto más pequeño que nunca, su vida comercial es más libre, sus naciones más interdependientes y sus conflictos más sangrientos"
David Rothkopf, experto de la Carnegie Endowment for International Peace, ex Subsecretario Adjunto de Comercio para Comercio Internacional en la Administración Clinton, ex director ejecutivo de Kissinger & Associates, y miembro del Council on Foreign Relations, escribió recientemente un libro titulado, "Superclase: La Elite de Poder Global y el Mundo que están creando". Como miembro de esa “superclase”, su escrito debe proporcionar una visión necesaria en la construcción de este "Nuevo Orden Mundial". Afirma que, "En un mundo de movimientos mundiales y amenazas que no presentan pasaportes en las fronteras nacionales, ya no es posible que un estado-nación por sí solo pueda cumplir su parte del contrato social". Escribió que "el progreso seguirá estando al alcance", sin embargo, será difícil, ya que "socava muchas estructuras nacionales y locales de poder, y conceptos culturales que están en los cimientos más profundos de la civilización humana, a saber, la noción de soberanía." Además, escribió que "los mecanismos de gobernabilidad mundial son más viables en el entorno actual", y que estos mecanismos "son a menudo creativos con soluciones temporales a los problemas urgentes que no pueden esperar a que el mundo acepte una mayor y más controvertida idea como la de un verdadero gobierno mundial."
En diciembre de 2008, el Financial Times publicó un artículo titulado, "Y Ahora Vamos por el Gobierno Mundial", en el que el autor, ex asistente de Bilderberg, Gideon Rachman, escribió que, "por primera vez en mi vida, creo que la formación de una especie de gobierno mundial es posible", y que, "Un "gobierno mundial" implica mucho más que la cooperación entre las naciones. Sería una entidad con características similares a las de un Estado, con el respaldo de un cuerpo de leyes. La Unión Europea ya ha establecido un gobierno continental sobre 27 países, lo que podría servir como modelo. La UE tiene un tribunal supremo, moneda, miles de páginas de leyes, un gran servicio civil y la capacidad de desplegar la fuerza militar".
Afirmó que, "cada vez está más claro que las problemas más difíciles que enfrentan los gobiernos nacionales son de carácter internacional: tenemos calentamiento global, una crisis financiera mundial y una "guerra global contra el terror"." Él escribió que el modelo europeo podría "volverse global" y que un gobierno mundial “podría alcanzarse", pues "La crisis financiera y el cambio climático están impulsando a los gobiernos nacionales hacia soluciones globales, incluso en países como China y Estados Unidos que tradicionalmente son feroces guardianes de la soberanía nacional". Citó a un asesor del Presidente francés Nicolas Sarkozy al decir que "Gobernabilidad global es sólo un eufemismo para el gobierno global", y que el "núcleo de la crisis financiera internacional es el poseer mercados financieros globales y no tener un Estado de Derecho Global". Sin embargo, Rachman establece que cualquier impulso hacia un gobierno mundial "será un proceso doloroso y lento". A continuación, señala que un problema clave en este impulso se explica con un ejemplo de la UE, que "ha sufrido una serie de humillantes derrotas en los referendos, cuando los planes de una “unión cada vez más estrecha" se han manifestado a los votantes. En general, la Unión ha avanzado más rápido cuando se trata acuerdos de largo alcance establecidos por tecnócratas y políticos - y luego pasados sin ninguna referencia directa a los votantes. La gobernabilidad internacional tiende a ser eficaz, sólo cuando es antidemocrática.”
Anne-Marie Slaughter, en la actualidad Directora de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de Estados Unidos, es una destacada académica dentro del Establishment de la elite estadounidense, después de haber servido en diversos cargos en el Departamento de Estado, universidades de élite y en la junta del Council on Foreign Relations. En 1997, Slaughter escribió un artículo para la revista del Council on Foreign Relations, "Foreign Affairs", donde discutió los fundamentos teóricos del "nuevo orden mundial". En él, escribió que “El Estado no está desapareciendo, sino que se está separando en distintas partes funcionalmente diferenciadas. Estas partes - tribunales, organismos reguladores, ejecutivos, e incluso legislativos – están trabajando con sus homólogas en el extranjero, creando una densa red de relaciones que constituyen un nuevo orden transgubernamental", y que, "el transgubernamentalismo se está convirtiendo rápidamente en el más generalizado y eficaz modo de gobernabilidad internacional."
Precediendo en mayor medida al análisis de Slaughter respecto al “nuevo orden mundial”, Richard N. Gardner publicó un artículo en Foreign Affairs titulado "El Difícil Camino hacia el Orden Mundial". Gardner, ex embajador estadounidense y miembro de la Comisión Trilateral, escribió que, "La búsqueda de una estructura mundial que garantice la paz, los avances en materia de derechos humanos y establezca condiciones para el progreso económico, lo que vagamente se denomina orden mundial, nunca ha parecido más frustrante pero al mismo tiempo extrañamente esperanzadora."
Gardner escribió: "Si un gobierno mundial instantáneo, con revisión de estatutos [de las ONU], y una Corte Internacional fortalecida no proporcionan las respuestas, ¿qué esperanza de progreso hay aquí? La respuesta no satisface a quienes buscan soluciones simples a problemas complejos, pero se reduce esencialmente a esto: La esperanza para un futuro previsible radica, no en la creación de un puñado de ambiciosas instituciones centrales de membresía universal y jurisdicción general como se había previsto en el final de la última guerra, sino en el mucho más descentralizado, pragmático y desordenado proceso de inventar o adaptar las instituciones de jurisdicción limitada y de membresía limitada para hacer frente a problemas específicos caso por caso, mientras sea percibida la necesidad de cooperación entre las naciones relevantes"
A continuación, declaró: "En resumen, el "hogar del orden mundial" tendrá que ser construido desde abajo y no desde arriba hacia abajo. Se parece a la gran "confusión estruendosa y zumbante”, para utilizar la famosa descripción de la realidad de William James, pero una carrera final contra la soberanía nacional, erosionándola pieza por pieza, logrará mucho más que el asalto frontal a la antigua".
En 1992, Strobe Talbott escribió un artículo para la revista Time, titulado "El Nacimiento de la Nación Global". Talbott fue periodista para la revista Time durante 21 años, y ha sido miembro de la Yale Corporation, un fideicomisario de la Hotchkiss School y la Carnegie Endowment for International Peace, director del Consejo de Relaciones Exteriores, del Comité Ejecutivo Norteamericano de la Comisión Trilateral, la American Association of Rhodes Scholars y miembro de la facultad que participa del Foro Económico Mundial. Talbott sirvió como Subsecretario de Estado, desde 1994 hasta 2001 en la administración Clinton y actualmente se encuentra como Presidente de la Brookings Institution, uno de los principales think tanks estadounidenses. En su artículo de 1992, "en los próximos cien años", escribió Talbott, "la nación tal como la conocemos estará obsoleta; todos los estados reconocen una autoridad única y global", explicando que:
"Todos los países son básicamente acuerdos sociales, acomodados a circunstancias cambiantes. No importa qué tan permanente e incluso sagrados pueda parecer en un momento dado, de hecho todos ellos son artificiales y temporales. A través del tiempo, ha habido una tendencia general hacia unidades mayores reclamando soberanía y, paradójicamente, una disminución gradual de la cantidad de verdadera soberanía que tiene un país".
Además, escribió que, "si tomamos los acontecimientos de nuestro maravilloso y terrible siglo desembocamos en un gobierno mundial. Con la llegada de la electricidad, la radio y los viajes por vía aérea, el planeta se ha vuelto más pequeño que nunca, su vida comercial es más libre, sus naciones más interdependientes y sus conflictos más sangrientos"
David Rothkopf, experto de la Carnegie Endowment for International Peace, ex Subsecretario Adjunto de Comercio para Comercio Internacional en la Administración Clinton, ex director ejecutivo de Kissinger & Associates, y miembro del Council on Foreign Relations, escribió recientemente un libro titulado, "Superclase: La Elite de Poder Global y el Mundo que están creando". Como miembro de esa “superclase”, su escrito debe proporcionar una visión necesaria en la construcción de este "Nuevo Orden Mundial". Afirma que, "En un mundo de movimientos mundiales y amenazas que no presentan pasaportes en las fronteras nacionales, ya no es posible que un estado-nación por sí solo pueda cumplir su parte del contrato social". Escribió que "el progreso seguirá estando al alcance", sin embargo, será difícil, ya que "socava muchas estructuras nacionales y locales de poder, y conceptos culturales que están en los cimientos más profundos de la civilización humana, a saber, la noción de soberanía." Además, escribió que "los mecanismos de gobernabilidad mundial son más viables en el entorno actual", y que estos mecanismos "son a menudo creativos con soluciones temporales a los problemas urgentes que no pueden esperar a que el mundo acepte una mayor y más controvertida idea como la de un verdadero gobierno mundial."
En diciembre de 2008, el Financial Times publicó un artículo titulado, "Y Ahora Vamos por el Gobierno Mundial", en el que el autor, ex asistente de Bilderberg, Gideon Rachman, escribió que, "por primera vez en mi vida, creo que la formación de una especie de gobierno mundial es posible", y que, "Un "gobierno mundial" implica mucho más que la cooperación entre las naciones. Sería una entidad con características similares a las de un Estado, con el respaldo de un cuerpo de leyes. La Unión Europea ya ha establecido un gobierno continental sobre 27 países, lo que podría servir como modelo. La UE tiene un tribunal supremo, moneda, miles de páginas de leyes, un gran servicio civil y la capacidad de desplegar la fuerza militar".
Afirmó que, "cada vez está más claro que las problemas más difíciles que enfrentan los gobiernos nacionales son de carácter internacional: tenemos calentamiento global, una crisis financiera mundial y una "guerra global contra el terror"." Él escribió que el modelo europeo podría "volverse global" y que un gobierno mundial “podría alcanzarse", pues "La crisis financiera y el cambio climático están impulsando a los gobiernos nacionales hacia soluciones globales, incluso en países como China y Estados Unidos que tradicionalmente son feroces guardianes de la soberanía nacional". Citó a un asesor del Presidente francés Nicolas Sarkozy al decir que "Gobernabilidad global es sólo un eufemismo para el gobierno global", y que el "núcleo de la crisis financiera internacional es el poseer mercados financieros globales y no tener un Estado de Derecho Global". Sin embargo, Rachman establece que cualquier impulso hacia un gobierno mundial "será un proceso doloroso y lento". A continuación, señala que un problema clave en este impulso se explica con un ejemplo de la UE, que "ha sufrido una serie de humillantes derrotas en los referendos, cuando los planes de una “unión cada vez más estrecha" se han manifestado a los votantes. En general, la Unión ha avanzado más rápido cuando se trata acuerdos de largo alcance establecidos por tecnócratas y políticos - y luego pasados sin ninguna referencia directa a los votantes. La gobernabilidad internacional tiende a ser eficaz, sólo cuando es antidemocrática.”
El Despertar Político Global y la Crisis Económica Global
Foto: Los presidentes de Irán y Bolivia.
Frente a la crisis económica global, el proceso que ha llevado al despertar político global se está expandiendo rápidamente, mientras las desigualdades sociales, políticas y económicas y las disparidades que llevaron al despertar son exacerbadas y ampliadas. Así, el despertar político global está entrando en un período en el que se someterá a una rápida transformación expansiva y global.
Este "despertar político global", al que Brzezinski ha definido como uno de los principales retos geopolíticos mundiales de nuestros días, en mayor medida, hasta tiempos recientes, se ha ejemplificado en el "Sur Global", o "naciones en desarrollo del Tercer Mundo" de Medio Oriente, África Central, el Sudeste Asiático y América Latina. Los avances en las últimas décadas y años en Venezuela, Bolivia e Irán ejemplifican la orientación nacionalista de gran parte de este despertar, que tendrá lugar en un mundo avanzando cada vez más y progresivamente hacia la gobernabilidad global y las instituciones globales.
En 1998, Hugo Chávez se convirtió en presidente de Venezuela, tras haber hecho campaña con promesas de ayudar a la mayoría empobrecida del país. En 2002, un intento de golpe estadounidense tuvo lugar en Venezuela, pero Chávez conservó su poder y se animó aún más por el intento, obteniendo una gran explosión de apoyo popular entre la gente. Chávez ha emprendido lo que se define como un proceso de "socialismo bolivariano", y ha tomado una postura decidida y vehementemente anti-estadounidense en América Latina, considerada durante mucho tiempo "el patio trasero" de Estados Unidos. Repentinamente, aparece una virulenta retórica y desprecio contra los Estados Unidos y su influencia en la región, que a su vez está respaldada por la enorme riqueza petrolera de Venezuela.
En Bolivia, en 2005, Evo Morales fue elegido presidente de la nación más pobre de Sudamérica, y también fue el primer líder indígena de ese país que llegó a esa posición de poder, después de haber sido durante mucho tiempo dominada por la aristocracia terrateniente descendiente de los españoles. Evo Morales llegó al poder por una oleada de diversos movimientos sociales en Bolivia, entre los que destacan las "guerras del agua" que tuvieron lugar en Cochabamba, la tercera ciudad de Bolivia, en 2000. Las guerras del agua comenzaron después de que el Banco Mundial obligó a Bolivia a privatizar su agua para que las empresas estadounidenses y europeas pudieran venir y comprar los derechos de agua de Bolivia, lo que significaba que el pueblo de la nación más pobre de Sudamérica no podría ni siquiera beber agua de lluvia sin pagarle a empresas estadounidenses o europeas el "derecho" a utilizarla. Por lo tanto, la rebelión se levantó y Evo Morales ascendió con ella. Ahora, Morales y Chávez representan la "nueva izquierda" en América Latina, y con ella, sentimientos contra el imperialismo estadounidense cada vez más grandes.
Irán, definido más por el nacionalismo que las polaridades étnicas, se ha convertido en un blanco principal del orden mundial hegemónico occidental, ya que se sienta encima de masivas reservas de gas y petróleo, y es virulentamente anti-estadounidense y contrario a la hegemonía occidental en el Medio Oriente. Sin embargo, con el aumento de la retórica estadounidense contra Irán, su régimen y élites políticas se volverán aún más envalentonados y políticamente fortalecidos entre su pueblo, la mayoría de los cuales son pobres.
Este "despertar político global", al que Brzezinski ha definido como uno de los principales retos geopolíticos mundiales de nuestros días, en mayor medida, hasta tiempos recientes, se ha ejemplificado en el "Sur Global", o "naciones en desarrollo del Tercer Mundo" de Medio Oriente, África Central, el Sudeste Asiático y América Latina. Los avances en las últimas décadas y años en Venezuela, Bolivia e Irán ejemplifican la orientación nacionalista de gran parte de este despertar, que tendrá lugar en un mundo avanzando cada vez más y progresivamente hacia la gobernabilidad global y las instituciones globales.
En 1998, Hugo Chávez se convirtió en presidente de Venezuela, tras haber hecho campaña con promesas de ayudar a la mayoría empobrecida del país. En 2002, un intento de golpe estadounidense tuvo lugar en Venezuela, pero Chávez conservó su poder y se animó aún más por el intento, obteniendo una gran explosión de apoyo popular entre la gente. Chávez ha emprendido lo que se define como un proceso de "socialismo bolivariano", y ha tomado una postura decidida y vehementemente anti-estadounidense en América Latina, considerada durante mucho tiempo "el patio trasero" de Estados Unidos. Repentinamente, aparece una virulenta retórica y desprecio contra los Estados Unidos y su influencia en la región, que a su vez está respaldada por la enorme riqueza petrolera de Venezuela.
En Bolivia, en 2005, Evo Morales fue elegido presidente de la nación más pobre de Sudamérica, y también fue el primer líder indígena de ese país que llegó a esa posición de poder, después de haber sido durante mucho tiempo dominada por la aristocracia terrateniente descendiente de los españoles. Evo Morales llegó al poder por una oleada de diversos movimientos sociales en Bolivia, entre los que destacan las "guerras del agua" que tuvieron lugar en Cochabamba, la tercera ciudad de Bolivia, en 2000. Las guerras del agua comenzaron después de que el Banco Mundial obligó a Bolivia a privatizar su agua para que las empresas estadounidenses y europeas pudieran venir y comprar los derechos de agua de Bolivia, lo que significaba que el pueblo de la nación más pobre de Sudamérica no podría ni siquiera beber agua de lluvia sin pagarle a empresas estadounidenses o europeas el "derecho" a utilizarla. Por lo tanto, la rebelión se levantó y Evo Morales ascendió con ella. Ahora, Morales y Chávez representan la "nueva izquierda" en América Latina, y con ella, sentimientos contra el imperialismo estadounidense cada vez más grandes.
Irán, definido más por el nacionalismo que las polaridades étnicas, se ha convertido en un blanco principal del orden mundial hegemónico occidental, ya que se sienta encima de masivas reservas de gas y petróleo, y es virulentamente anti-estadounidense y contrario a la hegemonía occidental en el Medio Oriente. Sin embargo, con el aumento de la retórica estadounidense contra Irán, su régimen y élites políticas se volverán aún más envalentonados y políticamente fortalecidos entre su pueblo, la mayoría de los cuales son pobres.
Las condiciones socio-político-económicas globales tienen relación directa con la expansión y la aparición del "despertar político global". Desde 1998, "3 mil millones de personas viven con menos de 2 dólares por día, mientras que 1,3 mil millones sobreviven con menos de 1 dólar por día. El setenta por ciento de quienes viven con menos de 1 dólar al día son mujeres". [41] En 2003, un informe del Banco Mundial reveló que, "una minoría de la población mundial (17%) consumen la mayor parte de los recursos del mundo (80 %), dejando a casi 5 mil millones de personas viviendo con el 20% restante. Como resultado, miles de millones de personas viven sin las necesidades más básicas de la vida - comida, agua, vivienda y sanidad."
En lo que respecta a la pobreza y las cifras del hambre, "Más de 840 millones de personas en el mundo están desnutridos -799 millones de ellos son del mundo en desarrollo. Tristemente, más de 153 millones de ellos son menores de 5 años, la mitad de la población total de EE.UU.)”. Además, "Cada día, 34.000 niños menores de cinco años mueren de hambre o de otras enfermedades relacionadas con el hambre. Esto se traduce en 6 millones de muertes al año. "Eso equivale a un "Holocausto del Hambre" que está teniendo lugar todos los años. A partir de 2003, "de los 6,2 mil millones de personas que viven hoy en día, 1,2 mil millones viven con menos de 1 dólar por día. Casi 3 mil millones de personas viven con menos de 2 dólares al día."
En 2006, un innovador y completo informe publicado por el Instituto Mundial de Investigación del Desarrollo Económico de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU -WIDER) informó que, "El 2% de los adultos más ricos del mundo posee más de la mitad de la riqueza familiar mundial". Una estadística muy alarmante fue que:
[E] El 1% más rico de adultos poseía por si solo el 40 % de los activos globales en el año 2000, y el 10 % más rico de los adultos era responsable del 85% del total mundial. En contraste, la mitad inferior de la población adulta del mundo sólo es dueña del 1% de la riqueza mundial.
Esto vale la pena repetirlo: el 1% posee el 40 % de los activos a nivel mundial; el 10% posee el 85 % de los activos del mundo, y en la parte inferior el 50% posee un 1% de los activos globales, una cifra preocupante, por cierto. La parte superior de 6.000 personas en el mundo posee el 40 % de los activos del mundo; la parte superior de 600.000 personas en el mundo controlan el 85% de la riqueza del mundo; la parte inferior de 3,4 mil millones poseen el 1 % de la riqueza mundial. Algo está podrido en el Estado de Dinamarca. (William Shakespeare. Hamlet)
El informe de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) señala que en 2009, "se estima que entre 55 a 90 millones de personas más vivirán en la pobreza extrema que lo previsto antes de la crisis". Además, "la alentadora tendencia en la erradicación del hambre de principios de los años 1990 se invirtió en 2008, en mayor medida debido a los precios de los alimentos". El hambre en las regiones en desarrollo ha aumentado al 17% en 2008, y "los niños se llevan la carga más pesada."
En abril de 2009, una importante organización de caridad global, Oxfam, informó que entregando un par de los trillones de dólares para rescatar a los bancos podría haber sido suficiente "para acabar con la pobreza extrema durante 50 años." En septiembre de 2009, Oxfam informó que la crisis económica "está llevando a la pobreza a 100 personas por minuto". Oxfam señaló que, "Los países en desarrollo a lo largo del globo están luchando para responder a la recesión mundial que sigue barriendo con los ingresos, destruyendo empleos y ha contribuido a arrastrar el número total de personas hambrientas en el mundo por encima de mil millones."
La crisis financiera ha afectado al mundo 'en desarrollo' más duramente que a las naciones occidentales del mundo desarrollado. La ONU informó en marzo de 2009 que, "La disminución del crecimiento en 2009 significará un costo de 390 millones de personas en el África Subsahariana viviendo en la extrema pobreza con alrededor de $ 18 mil millones, o $ 46 dólares por persona", y "Esta pérdida proyectada representa el 20 por ciento del ingreso per cápita de los pobres de África - una cifra que empequeñece las pérdidas sufridas en el mundo desarrollado."
Así, la mayoría de la población mundial vive en pobreza absoluta y dislocación social. Esto es resultado directo del orden mundial globalizado, que ha sido y está siendo construido. Ahora, a medida que la misma infraestructura se está institucionalizado y desarrollando aún más, los pueblos están siendo arrojados al "despertar" como nunca antes. Su pobreza misma los empuja a un despertar. Existe la noción aparentemente perdida de juzgar una sociedad por cómo trata a sus miembros más débiles: los pobres. La pobreza obliga a uno a mirar el mundo de manera diferente, ya que se observan las restricciones severas que la sociedad ha impuesto sobre el espíritu humano. La vida simplemente no puede ser una lucha para pagar semana a semana, obtener agua, refugio y alimentos, para vivir según los dictados del dinero y el poder.
Observa la historia, y verás que de algunas de las sociedades más opresivas pueden salir los más grandes de la humanidad. Rusia, una nación que casi nunca ha experimentado en su historia una verdadera libertad política para el individuo, se las ha arreglado para producir algunas de las más grandes expresiones musicales, artísticas y literarias como un clamor vibrante de humanidad para una sociedad tan abrumada por las necesidades de control. Es el hecho de que tales triunfos del espíritu humano puedan venir de semejantes tiranías sobre la naturaleza humana es una muestra aleccionadora del gran misterio de los seres humanos. ¿Por qué perder la humanidad al ser sometido a la pobreza? Piensa en la diferencia que se podría hacer si a toda la humanidad se le permitiera el florecimiento de forma individual y colectiva; piensa en todas las ideas, artes, expresión, inteligencia y belleza que no están recibiendo aquellos que no tienen voz.
Hasta abordar esta cuestión fundamental, cualquier noción de humanidad como "civilizada" no es más que una broma cínica. Si se trata de civilización humana, todavía no la hemos configurado. Todavía no tenemos una definición adecuada de "civilizado", y tenemos que hacerla “humana”.
En lo que respecta a la pobreza y las cifras del hambre, "Más de 840 millones de personas en el mundo están desnutridos -799 millones de ellos son del mundo en desarrollo. Tristemente, más de 153 millones de ellos son menores de 5 años, la mitad de la población total de EE.UU.)”. Además, "Cada día, 34.000 niños menores de cinco años mueren de hambre o de otras enfermedades relacionadas con el hambre. Esto se traduce en 6 millones de muertes al año. "Eso equivale a un "Holocausto del Hambre" que está teniendo lugar todos los años. A partir de 2003, "de los 6,2 mil millones de personas que viven hoy en día, 1,2 mil millones viven con menos de 1 dólar por día. Casi 3 mil millones de personas viven con menos de 2 dólares al día."
En 2006, un innovador y completo informe publicado por el Instituto Mundial de Investigación del Desarrollo Económico de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU -WIDER) informó que, "El 2% de los adultos más ricos del mundo posee más de la mitad de la riqueza familiar mundial". Una estadística muy alarmante fue que:
[E] El 1% más rico de adultos poseía por si solo el 40 % de los activos globales en el año 2000, y el 10 % más rico de los adultos era responsable del 85% del total mundial. En contraste, la mitad inferior de la población adulta del mundo sólo es dueña del 1% de la riqueza mundial.
Esto vale la pena repetirlo: el 1% posee el 40 % de los activos a nivel mundial; el 10% posee el 85 % de los activos del mundo, y en la parte inferior el 50% posee un 1% de los activos globales, una cifra preocupante, por cierto. La parte superior de 6.000 personas en el mundo posee el 40 % de los activos del mundo; la parte superior de 600.000 personas en el mundo controlan el 85% de la riqueza del mundo; la parte inferior de 3,4 mil millones poseen el 1 % de la riqueza mundial. Algo está podrido en el Estado de Dinamarca. (William Shakespeare. Hamlet)
El informe de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) señala que en 2009, "se estima que entre 55 a 90 millones de personas más vivirán en la pobreza extrema que lo previsto antes de la crisis". Además, "la alentadora tendencia en la erradicación del hambre de principios de los años 1990 se invirtió en 2008, en mayor medida debido a los precios de los alimentos". El hambre en las regiones en desarrollo ha aumentado al 17% en 2008, y "los niños se llevan la carga más pesada."
En abril de 2009, una importante organización de caridad global, Oxfam, informó que entregando un par de los trillones de dólares para rescatar a los bancos podría haber sido suficiente "para acabar con la pobreza extrema durante 50 años." En septiembre de 2009, Oxfam informó que la crisis económica "está llevando a la pobreza a 100 personas por minuto". Oxfam señaló que, "Los países en desarrollo a lo largo del globo están luchando para responder a la recesión mundial que sigue barriendo con los ingresos, destruyendo empleos y ha contribuido a arrastrar el número total de personas hambrientas en el mundo por encima de mil millones."
La crisis financiera ha afectado al mundo 'en desarrollo' más duramente que a las naciones occidentales del mundo desarrollado. La ONU informó en marzo de 2009 que, "La disminución del crecimiento en 2009 significará un costo de 390 millones de personas en el África Subsahariana viviendo en la extrema pobreza con alrededor de $ 18 mil millones, o $ 46 dólares por persona", y "Esta pérdida proyectada representa el 20 por ciento del ingreso per cápita de los pobres de África - una cifra que empequeñece las pérdidas sufridas en el mundo desarrollado."
Así, la mayoría de la población mundial vive en pobreza absoluta y dislocación social. Esto es resultado directo del orden mundial globalizado, que ha sido y está siendo construido. Ahora, a medida que la misma infraestructura se está institucionalizado y desarrollando aún más, los pueblos están siendo arrojados al "despertar" como nunca antes. Su pobreza misma los empuja a un despertar. Existe la noción aparentemente perdida de juzgar una sociedad por cómo trata a sus miembros más débiles: los pobres. La pobreza obliga a uno a mirar el mundo de manera diferente, ya que se observan las restricciones severas que la sociedad ha impuesto sobre el espíritu humano. La vida simplemente no puede ser una lucha para pagar semana a semana, obtener agua, refugio y alimentos, para vivir según los dictados del dinero y el poder.
Observa la historia, y verás que de algunas de las sociedades más opresivas pueden salir los más grandes de la humanidad. Rusia, una nación que casi nunca ha experimentado en su historia una verdadera libertad política para el individuo, se las ha arreglado para producir algunas de las más grandes expresiones musicales, artísticas y literarias como un clamor vibrante de humanidad para una sociedad tan abrumada por las necesidades de control. Es el hecho de que tales triunfos del espíritu humano puedan venir de semejantes tiranías sobre la naturaleza humana es una muestra aleccionadora del gran misterio de los seres humanos. ¿Por qué perder la humanidad al ser sometido a la pobreza? Piensa en la diferencia que se podría hacer si a toda la humanidad se le permitiera el florecimiento de forma individual y colectiva; piensa en todas las ideas, artes, expresión, inteligencia y belleza que no están recibiendo aquellos que no tienen voz.
Hasta abordar esta cuestión fundamental, cualquier noción de humanidad como "civilizada" no es más que una broma cínica. Si se trata de civilización humana, todavía no la hemos configurado. Todavía no tenemos una definición adecuada de "civilizado", y tenemos que hacerla “humana”.
Occidente y el Despertar
Foto: Manifestación frente al capitolio USA.
La clase media del mundo occidental está experimentando una transición dramática, particularmente a raíz de la crisis económica mundial. En décadas previas, la clase media se ha transformado en una clase basada en la deuda, cuyo consumo se ha basado casi exclusivamente en la deuda, por lo que su capacidad de consumir y ser la base social del sistema capitalista no es más que una mera ficción. Nunca en la historia, la clase media, y muy especialmente los jóvenes que se gradúan de la universidad hacia el mercado laboral más duro de las últimas décadas, han estado en tanto peligro.
La crisis de deuda global, que comenzó en Grecia, y expandiéndose por las economías de la euro zona en España, Portugal, Irlanda y, en definitiva toda la UE , consumirá después al Reino Unido, Japón y recorrerá todo el camino hasta Estados Unidos. Esta será una crisis de deuda verdaderamente global. Las medidas gubernamentales para abordar la cuestión de la deuda se centran en la aplicación de “medidas de austeridad fiscal” para reducir la carga de la deuda y pagar los intereses de sus deudas.
“Austeridad fiscal" es un término vago que en realidad significa reducción de gasto social y subidas de impuestos. El efecto que esto tiene es que el sector público es devastado, ya que todos los bienes son privatizados, los trabajadores públicos son despedidos en masa, el desempleo vuelve a reinar, la salud y la educación desaparecen, los impuestos se elevan de forma dramática, y las monedas se devalúan haciendo todos los bienes más baratos para ser comprados por empresas y bancos internacionales, mientras desencadena inflación - aumentando dramáticamente los costos de combustible y alimentos. En resumen, "austeridad fiscal" implica "destrucción social" en tanto las bases sociales de las naciones y los pueblos son retiradas por debajo de ellos. Se convierten entonces en Estados Despóticos y oprimen al pueblo que, naturalmente, se rebela contra la "austeridad": la esterilización de la sociedad.
La “austeridad fiscal” barrió con el mundo en desarrollo durante los años 1980 y 1990 en respuesta a la crisis de la deuda de 1980, que consumió América Latina, África, y zonas de Asia. El resultado de las medidas de austeridad fiscal impuestas a las naciones por el Banco Mundial y el FMI fueron el desmantelamiento social de las nuevas sociedades y su posterior esclavitud con los acreedores internacionales del FMI, el Banco Mundial y las corporaciones y bancos occidentales. Fue una época de imperialismo económico, y el FMI fue un instrumento central de este proyecto imperial.
A medida que la crisis de deuda que vemos desarrollándose se extiende por el mundo, el FMI vuelve a presentar "austeridad fiscal" a las naciones a cambio de préstamos a corto plazo para que los países paguen los intereses de sus deudas exorbitantes, contraídas principalmente con los grandes bancos europeos y estadounidenses. Las naciones occidentales se han puesto de acuerdo para imponer la austeridad fiscal, lo que en realidad sólo inflamará la crisis, profundizará la depresión y destruirá las bases sociales de Occidente, de manera que nos quedaremos sólo con el aparato autoritario del poder estatal – aparatos de policía, ejército, de “seguridad” nacional - que serán empleados contra las personas para proteger los poderes del statu quo.
El FMI también ha llegado a la crisis económica global con un nuevo programa, otorgando préstamos en moneda sintética propia – los Derechos Especiales de Giro (DEG) - una cesta de monedas de reserva internacional. En abril de 2009, el G-20 concedió al FMI la autoridad para iniciar la introducción gradual de solicitudes de emisión de DEG, y para que el FMI, en efecto, se convierta en un banco central global emitiendo una moneda global. Por lo tanto a través de esta crisis de la deuda global, se otorgarán DEG a nivel global - de manera eficiente como abundante – en tanto las naciones necesitarán de flujos importantes de capital y préstamos para pagar los pagos de intereses, o en caso de impago. Esto ocurrirá a un ritmo tan rápido que nunca sería posible si no fuera por una crisis económica global. Lo mismo ocurrió en la década de 1980, cuando la naturaleza de los "Programas de Ajuste Estructural" (PAE) no pudo ser adecuadamente evaluada como perjudicial por las devastadoras condiciones económicas y finalmente sociales, por países que necesitaban dinero rápido (mientras la crisis de deuda se había extendido por el mundo en desarrollo) y no estaban en condiciones de negociar. Hoy en día, la “globalización” de la crisis de deuda de la década de 1980, se produce a una escala mucho mayor y más devastadora, y la reacción será igualmente globalizada y devastadora: la continua implementación de "gobernabilidad global".
Cuando la austeridad golpee a Occidente, la clase media va a desaparecer en la oscuridad, ya que será absorbida por el sector bajo, la clase obrera orientada al trabajo. Los jóvenes de la clase media occidental, que comprenden una mayoría de jóvenes educados, serán expuestos a una "pobreza de expectativas", al ser criados en un mundo en que se les prometió todo, y todo les será quitado tan rápidamente. La inevitabilidad de protestas, disturbios y posibles rebeliones es tan cierta como el sol saliendo.
En los Estados Unidos, el surgimiento del movimiento Tea Party es representativo de - en mayor medida - una creciente insatisfacción con el gobierno y la economía. Naturalmente, como cualquier otro grupo, tiene sus elementos radicales y marginales, que tienden a conseguir la mayor parte de la atención de los medios en un esfuerzo por formar a la opinión pública, pero el núcleo y la fuerza impulsora del movimiento es la noción de insatisfacción popular con el gobierno. Sin importar lo que uno piense sobre estas protestas, la gente no está contenta, y la gente se está tomando las calles. Y así comienza.
Incluso intelectuales de izquierda que han hablado públicamente advirtiendo a la gente que no es tan simple o tan fácil descartar a los Tea Party como marginales o radicales. Uno de estos individuos, Noam Chomsky, al hablar en una Universidad en abril de 2010, advirtió que sentía que el fascismo se aproxima en Estados Unidos, y explicó que, "ridiculizar las travesuras del tea party es un grave error", puesto que sus actitudes "son comprensibles." Explicó que, "Durante más de 30 años, los ingresos reales se han estancado o disminuido. Esto es en gran parte consecuencia de la decisión en la década de 1970, de financiarizar la economía". Este constituye un “resentimiento de clase”, mientras "Los banqueros, que son los principales responsables de la crisis, ahora están gozando de las bonificaciones récord, mientras que el desempleo oficial es de alrededor de 10 por ciento y el desempleo en el sector manufacturero se encuentra en niveles de la época de la Depresión". Esta misma industria financiera está directamente relacionada con Obama, quien está apoyando sus intereses, y la gente se está dando cuenta.
Otra notable intelectual feminista de la izquierda, Naomi Wolf, quien escribiera un libro durante la Administración Bush sobre el surgimiento del fascismo en América, y gran parte de su mensaje está siendo captado por el movimiento Tea Party, quienes en la derecha estuvieron escuchando y concordando con Wolf durante la Administración Bush (una minoría considerable), a continuación, dieron el impulso para el surgimiento del movimiento Tea Party y muchas de sus ideas centrales u originales. En una entrevista en marzo de 2010, Wolf explicó que sus ideas son aún más pertinentes en el marco de Obama que durante Bush. Ella explicó: "Bush legalizó la tortura, pero Obama legalizó la impunidad. Prometió arreglar las cosas, pero ha institucionalizado estas cosas para siempre. Es terrible y la izquierda no parece reconocerlo". Explicó la forma en que la izquierda, mientras estuvo activa el período de Bush, se ha tranquilizado con Obama, y que existe un potencial para verdaderos intelectuales y para la gente de manera más general, y más importante, juntar a unos y otros cruzando el espectro. Explicó que:
Fui invitada por partidarios de Ron Paul a su manifestación en Washington el pasado verano y me encantó. Conocí a un montón de gente que respeto, una gran cantidad de gente "común", no eran privilegiados. Ellos estaban parándose frente a la platea, cuando mis propios liberales privilegiados, compañeros demográficos habituales, yacían lloriqueando alrededor. Fue una llamada de atención a los libertarios de que hay un sector progresista que se preocupa de igual manera por los mismos problemas. Los puntos de vista de los liberales esta tan distorsionados como los nuestros respecto a los conservadores.
En cuanto al movimiento Tea Party, Wolf señaló lo siguiente: "El Tea Party no es monolítico. Hay una batalla entre personas que se preocupan por la libertad y la Constitución y el Establishment republicano que está tratando adueñarse de ellos y reorientarlos para sus propios fines". Además, explicó que el Tea Party está "adelantado a su tiempo" en determinadas cuestiones, "Yo solía pensar que los tipos de "Fin a la Fed" eran unos chiflados. Los medios los presentaban como locos. Pero resultó que tenía buenas razones para estar más atenta."
Con el tiempo, otros se unirán al movimiento Tea Party y a nuevos grupos de activistas, el movimiento contra la guerra tendrá que renovarse o morir lejos; desde que Obama asumió la presidencia su influencia, su voz y su dignidad se han desvanecido. Se han convertido en una voz apaciguada y su silencio es complicidad, por lo que el movimiento contra la guerra debe revitalizarse y revigorizarse o descomponerse voluntariamente. La desconfianza de la “izquierda” en las corporaciones se debe combinar con la desconfianza de la “derecha” en el gobierno para crear una confianza en el "pueblo". Pronto los estudiantes se unirán a las protestas, y los tópicos del movimiento Tea Party y otros como él pueden llegar a ser más elaborados e informados.
Cuando la clase media de Occidente se sumerja en la pobreza, esto les obligará a despertar, porque cuando las personas ya no tienen nada, no tienen nada que perder. La única manera en que los arraigados poderes mundiales han sido capaces de expandir y mantener su poder es con el consentimiento de las poblaciones ignorantes de Occidente. Los tópicos de guerra, imperio, economía y generación de terror moldean a la opinión pública y permiten que los planificadores sociales reorienten y reconstituyan la sociedad. La gente de occidente ha dejado ser gobernada de esta manera y han permitido a nuestros gobernantes ser tan despiadados en nuestro nombre. La gente ha estado cegada por el consumismo y el entretenimiento. Imágenes de celebridades, deportes profesionales, Hollywood, iPods, BlackBerrys y computadoras consumen las mentes de las personas, y especialmente a los jóvenes occidentales en la actualidad. Ha sido la ilusión de ser la clase consumista la que ha permitido que nuestras sociedades se desarrollen tan torpemente. ¡Así que mientras tengamos nuestros TV y PCs no vamos a prestar atención a cualquier otra cosa!.
Cuando la capacidad de consumir sea eliminada, la gente entrará en un período de gran despertar. Esto dará lugar a novedosos movimientos políticos de importancia, muchos progresistas pero algunos conservadores, algunos marginales y radicales, algunos violentos y tiránicos, pero todos unidos y finalmente globales. Esto ocurrirá cuando los pueblos de Occidente se den cuenta de la difícil situación de los demás. Esta será la época en la que la gente comenzará a entender la realización de una gran verdad de las palabras del Dr. Martin Luther King, "La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes". Por lo tanto, la lucha de los africanos se convertirá en la lucha de los estadounidenses: debe haber libertad para todos o libertad para ninguno.
Esta es la realidad geopolítica y la gran amenaza global preeminente para las estructuras de poder mundial. Ningún desarrollo en toda la historia humana ha representado un reto tan monumental para el status quo. Dado que las estructuras de poder global nunca parecían una amenaza tan monumental a la humanidad, la humanidad nunca se ha planteado como una enorme amenaza contra el poder institucionalizado. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta. Incluso si las élites piensan que realmente controlan en el mundo, la naturaleza humana tiene una manera de exponer las fallas de este supuesto. La naturaleza humana no está destinada a ser «controlada», sino más bien está destinada a ser nutrida.
La crisis de deuda global, que comenzó en Grecia, y expandiéndose por las economías de la euro zona en España, Portugal, Irlanda y, en definitiva toda la UE , consumirá después al Reino Unido, Japón y recorrerá todo el camino hasta Estados Unidos. Esta será una crisis de deuda verdaderamente global. Las medidas gubernamentales para abordar la cuestión de la deuda se centran en la aplicación de “medidas de austeridad fiscal” para reducir la carga de la deuda y pagar los intereses de sus deudas.
“Austeridad fiscal" es un término vago que en realidad significa reducción de gasto social y subidas de impuestos. El efecto que esto tiene es que el sector público es devastado, ya que todos los bienes son privatizados, los trabajadores públicos son despedidos en masa, el desempleo vuelve a reinar, la salud y la educación desaparecen, los impuestos se elevan de forma dramática, y las monedas se devalúan haciendo todos los bienes más baratos para ser comprados por empresas y bancos internacionales, mientras desencadena inflación - aumentando dramáticamente los costos de combustible y alimentos. En resumen, "austeridad fiscal" implica "destrucción social" en tanto las bases sociales de las naciones y los pueblos son retiradas por debajo de ellos. Se convierten entonces en Estados Despóticos y oprimen al pueblo que, naturalmente, se rebela contra la "austeridad": la esterilización de la sociedad.
La “austeridad fiscal” barrió con el mundo en desarrollo durante los años 1980 y 1990 en respuesta a la crisis de la deuda de 1980, que consumió América Latina, África, y zonas de Asia. El resultado de las medidas de austeridad fiscal impuestas a las naciones por el Banco Mundial y el FMI fueron el desmantelamiento social de las nuevas sociedades y su posterior esclavitud con los acreedores internacionales del FMI, el Banco Mundial y las corporaciones y bancos occidentales. Fue una época de imperialismo económico, y el FMI fue un instrumento central de este proyecto imperial.
A medida que la crisis de deuda que vemos desarrollándose se extiende por el mundo, el FMI vuelve a presentar "austeridad fiscal" a las naciones a cambio de préstamos a corto plazo para que los países paguen los intereses de sus deudas exorbitantes, contraídas principalmente con los grandes bancos europeos y estadounidenses. Las naciones occidentales se han puesto de acuerdo para imponer la austeridad fiscal, lo que en realidad sólo inflamará la crisis, profundizará la depresión y destruirá las bases sociales de Occidente, de manera que nos quedaremos sólo con el aparato autoritario del poder estatal – aparatos de policía, ejército, de “seguridad” nacional - que serán empleados contra las personas para proteger los poderes del statu quo.
El FMI también ha llegado a la crisis económica global con un nuevo programa, otorgando préstamos en moneda sintética propia – los Derechos Especiales de Giro (DEG) - una cesta de monedas de reserva internacional. En abril de 2009, el G-20 concedió al FMI la autoridad para iniciar la introducción gradual de solicitudes de emisión de DEG, y para que el FMI, en efecto, se convierta en un banco central global emitiendo una moneda global. Por lo tanto a través de esta crisis de la deuda global, se otorgarán DEG a nivel global - de manera eficiente como abundante – en tanto las naciones necesitarán de flujos importantes de capital y préstamos para pagar los pagos de intereses, o en caso de impago. Esto ocurrirá a un ritmo tan rápido que nunca sería posible si no fuera por una crisis económica global. Lo mismo ocurrió en la década de 1980, cuando la naturaleza de los "Programas de Ajuste Estructural" (PAE) no pudo ser adecuadamente evaluada como perjudicial por las devastadoras condiciones económicas y finalmente sociales, por países que necesitaban dinero rápido (mientras la crisis de deuda se había extendido por el mundo en desarrollo) y no estaban en condiciones de negociar. Hoy en día, la “globalización” de la crisis de deuda de la década de 1980, se produce a una escala mucho mayor y más devastadora, y la reacción será igualmente globalizada y devastadora: la continua implementación de "gobernabilidad global".
Cuando la austeridad golpee a Occidente, la clase media va a desaparecer en la oscuridad, ya que será absorbida por el sector bajo, la clase obrera orientada al trabajo. Los jóvenes de la clase media occidental, que comprenden una mayoría de jóvenes educados, serán expuestos a una "pobreza de expectativas", al ser criados en un mundo en que se les prometió todo, y todo les será quitado tan rápidamente. La inevitabilidad de protestas, disturbios y posibles rebeliones es tan cierta como el sol saliendo.
En los Estados Unidos, el surgimiento del movimiento Tea Party es representativo de - en mayor medida - una creciente insatisfacción con el gobierno y la economía. Naturalmente, como cualquier otro grupo, tiene sus elementos radicales y marginales, que tienden a conseguir la mayor parte de la atención de los medios en un esfuerzo por formar a la opinión pública, pero el núcleo y la fuerza impulsora del movimiento es la noción de insatisfacción popular con el gobierno. Sin importar lo que uno piense sobre estas protestas, la gente no está contenta, y la gente se está tomando las calles. Y así comienza.
Incluso intelectuales de izquierda que han hablado públicamente advirtiendo a la gente que no es tan simple o tan fácil descartar a los Tea Party como marginales o radicales. Uno de estos individuos, Noam Chomsky, al hablar en una Universidad en abril de 2010, advirtió que sentía que el fascismo se aproxima en Estados Unidos, y explicó que, "ridiculizar las travesuras del tea party es un grave error", puesto que sus actitudes "son comprensibles." Explicó que, "Durante más de 30 años, los ingresos reales se han estancado o disminuido. Esto es en gran parte consecuencia de la decisión en la década de 1970, de financiarizar la economía". Este constituye un “resentimiento de clase”, mientras "Los banqueros, que son los principales responsables de la crisis, ahora están gozando de las bonificaciones récord, mientras que el desempleo oficial es de alrededor de 10 por ciento y el desempleo en el sector manufacturero se encuentra en niveles de la época de la Depresión". Esta misma industria financiera está directamente relacionada con Obama, quien está apoyando sus intereses, y la gente se está dando cuenta.
Otra notable intelectual feminista de la izquierda, Naomi Wolf, quien escribiera un libro durante la Administración Bush sobre el surgimiento del fascismo en América, y gran parte de su mensaje está siendo captado por el movimiento Tea Party, quienes en la derecha estuvieron escuchando y concordando con Wolf durante la Administración Bush (una minoría considerable), a continuación, dieron el impulso para el surgimiento del movimiento Tea Party y muchas de sus ideas centrales u originales. En una entrevista en marzo de 2010, Wolf explicó que sus ideas son aún más pertinentes en el marco de Obama que durante Bush. Ella explicó: "Bush legalizó la tortura, pero Obama legalizó la impunidad. Prometió arreglar las cosas, pero ha institucionalizado estas cosas para siempre. Es terrible y la izquierda no parece reconocerlo". Explicó la forma en que la izquierda, mientras estuvo activa el período de Bush, se ha tranquilizado con Obama, y que existe un potencial para verdaderos intelectuales y para la gente de manera más general, y más importante, juntar a unos y otros cruzando el espectro. Explicó que:
Fui invitada por partidarios de Ron Paul a su manifestación en Washington el pasado verano y me encantó. Conocí a un montón de gente que respeto, una gran cantidad de gente "común", no eran privilegiados. Ellos estaban parándose frente a la platea, cuando mis propios liberales privilegiados, compañeros demográficos habituales, yacían lloriqueando alrededor. Fue una llamada de atención a los libertarios de que hay un sector progresista que se preocupa de igual manera por los mismos problemas. Los puntos de vista de los liberales esta tan distorsionados como los nuestros respecto a los conservadores.
En cuanto al movimiento Tea Party, Wolf señaló lo siguiente: "El Tea Party no es monolítico. Hay una batalla entre personas que se preocupan por la libertad y la Constitución y el Establishment republicano que está tratando adueñarse de ellos y reorientarlos para sus propios fines". Además, explicó que el Tea Party está "adelantado a su tiempo" en determinadas cuestiones, "Yo solía pensar que los tipos de "Fin a la Fed" eran unos chiflados. Los medios los presentaban como locos. Pero resultó que tenía buenas razones para estar más atenta."
Con el tiempo, otros se unirán al movimiento Tea Party y a nuevos grupos de activistas, el movimiento contra la guerra tendrá que renovarse o morir lejos; desde que Obama asumió la presidencia su influencia, su voz y su dignidad se han desvanecido. Se han convertido en una voz apaciguada y su silencio es complicidad, por lo que el movimiento contra la guerra debe revitalizarse y revigorizarse o descomponerse voluntariamente. La desconfianza de la “izquierda” en las corporaciones se debe combinar con la desconfianza de la “derecha” en el gobierno para crear una confianza en el "pueblo". Pronto los estudiantes se unirán a las protestas, y los tópicos del movimiento Tea Party y otros como él pueden llegar a ser más elaborados e informados.
Cuando la clase media de Occidente se sumerja en la pobreza, esto les obligará a despertar, porque cuando las personas ya no tienen nada, no tienen nada que perder. La única manera en que los arraigados poderes mundiales han sido capaces de expandir y mantener su poder es con el consentimiento de las poblaciones ignorantes de Occidente. Los tópicos de guerra, imperio, economía y generación de terror moldean a la opinión pública y permiten que los planificadores sociales reorienten y reconstituyan la sociedad. La gente de occidente ha dejado ser gobernada de esta manera y han permitido a nuestros gobernantes ser tan despiadados en nuestro nombre. La gente ha estado cegada por el consumismo y el entretenimiento. Imágenes de celebridades, deportes profesionales, Hollywood, iPods, BlackBerrys y computadoras consumen las mentes de las personas, y especialmente a los jóvenes occidentales en la actualidad. Ha sido la ilusión de ser la clase consumista la que ha permitido que nuestras sociedades se desarrollen tan torpemente. ¡Así que mientras tengamos nuestros TV y PCs no vamos a prestar atención a cualquier otra cosa!.
Cuando la capacidad de consumir sea eliminada, la gente entrará en un período de gran despertar. Esto dará lugar a novedosos movimientos políticos de importancia, muchos progresistas pero algunos conservadores, algunos marginales y radicales, algunos violentos y tiránicos, pero todos unidos y finalmente globales. Esto ocurrirá cuando los pueblos de Occidente se den cuenta de la difícil situación de los demás. Esta será la época en la que la gente comenzará a entender la realización de una gran verdad de las palabras del Dr. Martin Luther King, "La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes". Por lo tanto, la lucha de los africanos se convertirá en la lucha de los estadounidenses: debe haber libertad para todos o libertad para ninguno.
Esta es la realidad geopolítica y la gran amenaza global preeminente para las estructuras de poder mundial. Ningún desarrollo en toda la historia humana ha representado un reto tan monumental para el status quo. Dado que las estructuras de poder global nunca parecían una amenaza tan monumental a la humanidad, la humanidad nunca se ha planteado como una enorme amenaza contra el poder institucionalizado. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta. Incluso si las élites piensan que realmente controlan en el mundo, la naturaleza humana tiene una manera de exponer las fallas de este supuesto. La naturaleza humana no está destinada a ser «controlada», sino más bien está destinada a ser nutrida.
La Visión desde Arriba
Foto: Zbigniew Brzezinski
Foto: Zbigniew Brzezinski
De nuevo, es importante recurrir a las propias palabras de Brzezinski en la descripción de esta nueva realidad geopolítica, ya que proporciona una gran comprensión no sólo de la manera en que el “despertar político global” es definido, sino lo más importante, el cómo es percibido por quienes detentan el poder. En 2004, Brzezinski pronunció un discurso en el Carnegie Council sobre su libro de 2004, "La Elección". El Carnegie Council es un think tank de élite con sede en Estados Unidos, por lo que Brzezinski está hablando a personas que potencialmente serían afectadas negativamente por este despertar. Brzezinski señaló que la política exterior de Estados Unidos derivada del 9/11 - la "Guerra contra el Terror" - presenta un gran desafío a la hegemonía norteamericana, ya que está aislando crecientemente a Estados Unidos y daña la credibilidad de la nación, como también oculta los problemas en la retórica virulenta que sólo inflama aún más el desafío real y verdadero: el despertar político global. Él afirmó:
El [diagnóstico erróneo de la política exterior] está relacionado a una definición semi-teológica relativamente vaga y abstracta en exceso, muy emotiva, de la amenaza principal que enfrentamos hoy en el mundo, y el menosprecio consiguiente de lo que considero el desafío global sin precedentes derivado del fenómeno único de un verdadero despertar político masivo de la humanidad a escala global. Vivimos en una época en la que gran parte de la humanidad está volviéndose políticamente consciente y políticamente activa en un grado sin precedentes, y es esta condición la que está generando una gran cantidad de turbulencias internacionales.
Pero no nos enfocamos en esto. Nos estamos enfocando específicamente en una palabra, que está siendo elevada a un espectro, que se define como una entidad, presentada como algo unificado pero ajena a cualquier evento o lugar, y esa palabra es terrorismo. El reto global de la actualidad sobre la base en la que tendemos a operar es la definición del terrorismo de alcance global como el principal reto de nuestro tiempo.
No niego que el terrorismo sea una realidad, una amenaza para nosotros, una amenaza horrible y una manifestación viciosa. Pero es un síntoma de algo más grande y más complicado, relacionado con el alboroto global que tiene lugar en muchas partes del mundo y se manifiesta de diferentes maneras.
Esa crisis es producto del despertar político, el hecho de que las masas de gran parte del mundo actual ya no son políticamente neutras, como lo han sido a lo largo la historia. Tienen conciencia política. Puede ser indefinida, puede apuntar en direcciones diferentes, puede ser primitiva, puede ser intolerante, puede ser detestable, pero es una forma de activismo político.
Brzezinski explica que la alfabetización ha generado una mayor conciencia política, mientras que la televisión hace tener conciencia inmediata de las desigualdades globales, e Internet ha facilitado las comunicaciones instantáneas. Además, dice Brzezinski, "Mucho de esto también es estimulado por el impacto de Estados Unidos en el mundo", o en otras palabras, el imperialismo económico, político y cultural estadounidense; y además, "mucho de ello se ve estimulado por la globalización, que impulsa, favorece y proyecta Estados Unidos en virtud de ser una sociedad globalmente extrovertida". Brzezinski advierte: "Pero eso también contribuye a la inestabilidad, y está empezando a crear algo totalmente nuevo: a saber, un nuevo reto ideológico o doctrinario que podría llenar el vacío creado por la desaparición del comunismo". Brzezinski explica que el comunismo emergió en el siglo pasado como una alternativa, sin embargo, hoy en día:
está ahora totalmente desacreditado, y tenemos un vacío pragmático en el mundo de hoy en relación a las doctrinas. Pero veo los comienzos, en escritos y emociones, de la formación de una doctrina que combina anti-americanismo con anti-globalización, y ambos podrían convertirse en una fuerza poderosa en un mundo muy desigual y turbulento.
Una pregunta después del discurso de Brzezinski le pidió que ampliase la noción de cómo poder abordar este "despertar político global". Brzezinski explicó que, "Trabajamos con el mundo tal como es y como somos. Si vamos a usar nuestro poder de forma inteligente y si queremos avanzar en la dirección correcta, no tenemos más remedio que hacerlo incrementalmente". En otras palabras, como Brzezinski ha delineado su visión de una solución a los problemas del mundo en la creación de condiciones para la gobernabilidad global, esto debe hacerse "de forma incremental", pues así es como "utilizan [su] poder de forma inteligente". La solución al "despertar político global", para la visión desde arriba, es seguir creando el aparato de un opresivo gobierno global.
El 23 de abril de 2010, Zbigniew Brzezinski asistió al Montreal Council on Foreign Relations para dar un discurso en un evento junto organizado junto al Canadian International Council (CIC), la contraparte canadiense del Council on Foreign Relations de EE.UU. y del Chatham House del Reino Unido. Habían muchos de la élite intelectual, social, política y económica de Canadá. En su discurso, Brzezinski hace un desglose de las realidades geopolíticas modernas:
Permítanme empezar por hacer sólo una definición pequeña del contexto geopolítico en el que nos encontramos todos, incluido Estados Unidos. Y desde mi punto de vista, ese contexto geopolítico está en mayor medida definido por nuevas - por dos nuevas realidades globales. La primera es que el liderazgo político global - y me refiero al rol de ciertas potencias líderes en el mundo - se ha convertido en uno mucho más diversificado a diferencia de lo que era hasta hace relativamente poco. Hasta hace relativamente poco, el mundo estaba dominado por el mundo atlántico, como lo había sido durante muchos siglos. Pero ya no es así. Hoy en día, el ascenso del Lejano Oriente ha creado un nuevo liderazgo mundial, mucho más diferenciado. Uno donde en un cascarón que representa un riesgo caprichoso, una lista arbitraria de los principales actores en la escena mundial: Estados Unidos, claramente, tal vez junto a este - pero solo tal vez - la Unión Europea, digo tal vez porque todavía no es una entidad política, y desde luego, cada vez más , y visiblemente, China; Rusia, principalmente figura en esta relación sólo porque es una potencia nuclear igualable a Estados Unidos, pero por lo demás muy deficiente en todos los principales indicadores que constituyen el poder global. Detrás de Rusia, tal vez de forma individual, pero en un grado mucho menor, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, por cierto, aunque no tiene un firme postura política; India está levantándose, y luego en el fondo de esto tenemos la nueva entidad del G-20, una liderazgo global mucho más diversificado, carente de unidad interna, con muchos de sus miembros en antagonismos bilaterales. Eso hace que el contexto sea mucho más complejo.
El otro cambio importante en los asuntos internacionales es que por primera vez, en toda la historia humana, la humanidad está políticamente despierta. Esta es una realidad totalmente nueva - realidad totalmente nueva. No lo ha estado durante la mayor parte de la historia humana hasta los últimos cien años. Y en el curso de los últimos cien años, el mundo entero se ha vuelto políticamente despierto. Y sin importar a donde vaya, la política es una cuestión de compromiso social, y la mayoría de la gente sabe lo que generalmente ocurre, lo que generalmente sucede - en el mundo, y están conscientes de las inequidades mundiales, de las desigualdades, de la falta de respeto, de la explotación. La humanidad ahora está políticamente despierta y agitada. La combinación de los dos: liderazgo global diversificado, despertar político masivo, generan un contexto mucho más complejo para cualquier gran potencia, incluyendo, actualmente, la primera potencia mundial: los Estados Unidos.
El [diagnóstico erróneo de la política exterior] está relacionado a una definición semi-teológica relativamente vaga y abstracta en exceso, muy emotiva, de la amenaza principal que enfrentamos hoy en el mundo, y el menosprecio consiguiente de lo que considero el desafío global sin precedentes derivado del fenómeno único de un verdadero despertar político masivo de la humanidad a escala global. Vivimos en una época en la que gran parte de la humanidad está volviéndose políticamente consciente y políticamente activa en un grado sin precedentes, y es esta condición la que está generando una gran cantidad de turbulencias internacionales.
Pero no nos enfocamos en esto. Nos estamos enfocando específicamente en una palabra, que está siendo elevada a un espectro, que se define como una entidad, presentada como algo unificado pero ajena a cualquier evento o lugar, y esa palabra es terrorismo. El reto global de la actualidad sobre la base en la que tendemos a operar es la definición del terrorismo de alcance global como el principal reto de nuestro tiempo.
No niego que el terrorismo sea una realidad, una amenaza para nosotros, una amenaza horrible y una manifestación viciosa. Pero es un síntoma de algo más grande y más complicado, relacionado con el alboroto global que tiene lugar en muchas partes del mundo y se manifiesta de diferentes maneras.
Esa crisis es producto del despertar político, el hecho de que las masas de gran parte del mundo actual ya no son políticamente neutras, como lo han sido a lo largo la historia. Tienen conciencia política. Puede ser indefinida, puede apuntar en direcciones diferentes, puede ser primitiva, puede ser intolerante, puede ser detestable, pero es una forma de activismo político.
Brzezinski explica que la alfabetización ha generado una mayor conciencia política, mientras que la televisión hace tener conciencia inmediata de las desigualdades globales, e Internet ha facilitado las comunicaciones instantáneas. Además, dice Brzezinski, "Mucho de esto también es estimulado por el impacto de Estados Unidos en el mundo", o en otras palabras, el imperialismo económico, político y cultural estadounidense; y además, "mucho de ello se ve estimulado por la globalización, que impulsa, favorece y proyecta Estados Unidos en virtud de ser una sociedad globalmente extrovertida". Brzezinski advierte: "Pero eso también contribuye a la inestabilidad, y está empezando a crear algo totalmente nuevo: a saber, un nuevo reto ideológico o doctrinario que podría llenar el vacío creado por la desaparición del comunismo". Brzezinski explica que el comunismo emergió en el siglo pasado como una alternativa, sin embargo, hoy en día:
está ahora totalmente desacreditado, y tenemos un vacío pragmático en el mundo de hoy en relación a las doctrinas. Pero veo los comienzos, en escritos y emociones, de la formación de una doctrina que combina anti-americanismo con anti-globalización, y ambos podrían convertirse en una fuerza poderosa en un mundo muy desigual y turbulento.
Una pregunta después del discurso de Brzezinski le pidió que ampliase la noción de cómo poder abordar este "despertar político global". Brzezinski explicó que, "Trabajamos con el mundo tal como es y como somos. Si vamos a usar nuestro poder de forma inteligente y si queremos avanzar en la dirección correcta, no tenemos más remedio que hacerlo incrementalmente". En otras palabras, como Brzezinski ha delineado su visión de una solución a los problemas del mundo en la creación de condiciones para la gobernabilidad global, esto debe hacerse "de forma incremental", pues así es como "utilizan [su] poder de forma inteligente". La solución al "despertar político global", para la visión desde arriba, es seguir creando el aparato de un opresivo gobierno global.
El 23 de abril de 2010, Zbigniew Brzezinski asistió al Montreal Council on Foreign Relations para dar un discurso en un evento junto organizado junto al Canadian International Council (CIC), la contraparte canadiense del Council on Foreign Relations de EE.UU. y del Chatham House del Reino Unido. Habían muchos de la élite intelectual, social, política y económica de Canadá. En su discurso, Brzezinski hace un desglose de las realidades geopolíticas modernas:
Permítanme empezar por hacer sólo una definición pequeña del contexto geopolítico en el que nos encontramos todos, incluido Estados Unidos. Y desde mi punto de vista, ese contexto geopolítico está en mayor medida definido por nuevas - por dos nuevas realidades globales. La primera es que el liderazgo político global - y me refiero al rol de ciertas potencias líderes en el mundo - se ha convertido en uno mucho más diversificado a diferencia de lo que era hasta hace relativamente poco. Hasta hace relativamente poco, el mundo estaba dominado por el mundo atlántico, como lo había sido durante muchos siglos. Pero ya no es así. Hoy en día, el ascenso del Lejano Oriente ha creado un nuevo liderazgo mundial, mucho más diferenciado. Uno donde en un cascarón que representa un riesgo caprichoso, una lista arbitraria de los principales actores en la escena mundial: Estados Unidos, claramente, tal vez junto a este - pero solo tal vez - la Unión Europea, digo tal vez porque todavía no es una entidad política, y desde luego, cada vez más , y visiblemente, China; Rusia, principalmente figura en esta relación sólo porque es una potencia nuclear igualable a Estados Unidos, pero por lo demás muy deficiente en todos los principales indicadores que constituyen el poder global. Detrás de Rusia, tal vez de forma individual, pero en un grado mucho menor, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, por cierto, aunque no tiene un firme postura política; India está levantándose, y luego en el fondo de esto tenemos la nueva entidad del G-20, una liderazgo global mucho más diversificado, carente de unidad interna, con muchos de sus miembros en antagonismos bilaterales. Eso hace que el contexto sea mucho más complejo.
El otro cambio importante en los asuntos internacionales es que por primera vez, en toda la historia humana, la humanidad está políticamente despierta. Esta es una realidad totalmente nueva - realidad totalmente nueva. No lo ha estado durante la mayor parte de la historia humana hasta los últimos cien años. Y en el curso de los últimos cien años, el mundo entero se ha vuelto políticamente despierto. Y sin importar a donde vaya, la política es una cuestión de compromiso social, y la mayoría de la gente sabe lo que generalmente ocurre, lo que generalmente sucede - en el mundo, y están conscientes de las inequidades mundiales, de las desigualdades, de la falta de respeto, de la explotación. La humanidad ahora está políticamente despierta y agitada. La combinación de los dos: liderazgo global diversificado, despertar político masivo, generan un contexto mucho más complejo para cualquier gran potencia, incluyendo, actualmente, la primera potencia mundial: los Estados Unidos.
Conclusión
Entonces, La revolución tecnológica ha dado lugar a realidades geopolíticas diametralmente opuestas, antagónicas, y en conflicto: nunca antes la humanidad ha estado tan despierta a las cuestiones del poder, la explotación, el imperialismo y la dominación, y al mismo tiempo, nunca antes hemos tenido élites tan transnacionales y globales en orientación, y con la capacidad de imponer un sistema verdaderamente global de despotismo científico y opresión política. Estas son las dos realidades geopolíticas del mundo actual.
Reflexiona sobre ello. Nunca en toda la historia humana la humanidad ha sido tan capaz de conseguir un verdadero despertar político psicosocial global, ni la humanidad ha estado alguna vez frente a tal peligro de ser sometida por un totalitarismo científico verdaderamente global, potencialmente más opresiva que cualquier otro sistema conocido antes, y sin lugar a dudas tecnológicamente más capaz de imponer un despotismo permanente sobre la humanidad. Así que estamos llenos de esperanza, pero impulsados por la urgencia. En toda la historia humana, nunca ha existido el potencial, ni las repercusiones de las acciones e ideas humanas han sido tan monumentales.
Repentinamente, las elites globales se enfrentan a la realidad de tratar de dominar a poblaciones que están cada vez más conscientes de sí mismas y están desarrollando una conciencia global. Por lo tanto, una población que está siendo sometida a la dominación en África tiene la capacidad de tomar conciencia de una población que está siendo sometida a las mismas formas de dominación en el Medio Oriente, Sudamérica o Asia, y que puedan reconocer que están siendo dominadas por las mismas estructuras de poder global.
Ese es un punto clave: no sólo es el despertar global en su alcance, sino que en naturaleza; crea en el individuo, una conciencia de su condición global. Así que es un “despertar global”, tanto en el entorno externo, como en la psicología interna.
Esta nueva realidad en el mundo, junto con el hecho de que la población mundial nunca ha sido tan grande, presenta un desafío a las elites que buscan dominar a los pueblos de todo el mundo que están conscientes y despiertos a las realidades de la desigualdad social, la guerra, la pobreza, la explotación, la falta de respeto, el imperialismo y la dominación. Esto directamente implica que estas poblaciones será mucho más difíciles de controlar: económica, política, social, psicológica y espiritualmente. Así, desde el punto de vista de la oligarquía mundial, el único método de imponer el orden y el control – en esta única e histórica situación humana - es a través del caos organizado de las crisis económicas, guerras, y la rápida expansión e institucionalización de una dictadura científica global.
Nuestra esperanza es su miedo, y nuestro mayor miedo es su única esperanza.
Como Charles Dickens escribió una vez: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos". Nunca ha sido tan cierto como lo es hoy.
Como Charles Dickens escribió una vez: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos". Nunca ha sido tan cierto como lo es hoy.
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